La modelo Lourdes Pino González (22) era una joven muy admirada por su carisma y belleza. La mujer, hija de un comisario, trabajaba para la reconocida marca de ropas Whaldreen. Justamente una de sus fotos promocionando la firma copó las tapas de los periódicos y los flashes informativos.
La joven se hizo conocida y se posicionó no solo como la imagen de la marca, sino también como una empleada de confianza. En aquella época, tal vez nadie se hubiera imaginado que la misma tendría un trágico final.
RUTINA INESPERADA. En la mañana del lunes 26 de julio de 1993, como ya era de rutina, Lourdes y Carlos Paiva Gómez, chofer de la empresa, salieron de las oficinas de la fábrica de ropas ubicada en el barrio San Vicente, de Asunción, rumbo al centro para depositar dinero en el Banco Real, ubicado en Palma y Ayolas. En su poder, la mujer llevaba una bolsa que contenía unos G. 17 millones y varios cheques.
Mientras estaban a bordo de una camioneta Nissan Patrol, entre la conversación, bromas e indirectas, Carlos tocó las piernas de su compañera, lo que hizo que la misma se enojara, provocando un reclamo, seguido de una cachetada. El hombre, incapaz de comprender el rechazo, se dirigió hacia el pasillo de la calle Antequera, entre Novena y Quinta Avenida, y tras simular un desperfecto mecánico se ubicó tras el asiento de Lourdes, desde donde la ahorcó con un cable, según se comprobó.

Una vez que el hombre confirmó que Lourdes estaba sin vida, Carlos Paiva Gómez condujo la camioneta hasta el Motel Regios, de la zona de Itá Enramada, donde ingresó hasta la habitación número 9. El hombre decidió abandonar el cuerpo de Lourdes bajo la cama. El cadáver no fue localizado hasta tres días después, luego de que una pareja que utilizó la pieza alertó sobre el mal olor.
AUTOR CONFESO. Paiva optó por reconocer el crimen ante agentes de la Comisaría 13 Metropolitana, una vez que el cuerpo de su compañera fue encontrado. Por el crimen, el hombre recibió una condena de 25 años de prisión.
Paiva Gómez volvió a ser noticia cuando, en enero del 2009, el ex presidente de la República Fernando Lugo le otorgó el indulto presidencial. Curiosamente, el asesino de Whaldreen se quitó la vida el 28 de mayo del 2010.
Tras el asesinato de Lourdes, varios moteles decidieron cambiar el diseño de sus camas reemplazándolas por las macizas hechas de mampostería. Al mismo tiempo, las empresas empezaron a modificar sus protocolos para el depósito de dinero que habitualmente lo hacían empleados.