José Gavilán, quien es buscado por la Policía por otros casos de coacción sexual, conocía los movimientos de la pareja que vive en Coronel Oviedo, Departamento de Caaguazú.
Según relató la víctima en sus redes sociales, ella se despidió el viernes a las 4:00 de su marido, un agente del grupo Lince que fue a su lugar de trabajo. Volvió a encerrarse y a acostarse, hasta que luego de 20 minutos escuchó ruidos en la casa.
En principio creyó que eran sus mascotas, pero luego decidió revisar y al abrir la puerta encontró a un hombre con abrigo, tapabocas, gorra y guantes negros. En ese momento, la tomó del cuello contra la pared con la amenaza de que se tranquilice o la mataría a ella y a su hija de dos años que estaba en otra habitación. “No tenés quién te defienda”, le dijo en referencia a la ausencia de su marido.
Luego la tiró al piso y empezó a manosearla hasta que ella le dio una patada en la entrepierna. En medio del forcejeo, la víctima pudo romper el tapabocas, ver el rostro y un tatuaje en la mano del agresor, quien intentó taparle los ojos para evitar que luego pueda dar su descripción.
En medio del terror, el hombre sacó un revólver de la cintura, pero la mujer pudo percatarse de que no tenía balas y con todas sus fuerzas logró darle un cabezazo a su agresor, y abalanzarse sobre él hasta tirar su revólver, pero nuevamente el victimario la agarró e intentó apuñalarla.
Sin embargo, el cuchillo fue contra el piso, momento en que la mujer lo tomó y apuñaló en el pecho a su atacante. Mientras se recomponía, ella fue corriendo a la habitación de su hija de dos años y tiró el ropero por la puerta para evitar que el hombre ingrese.
“Eso sucedió hace dos días (contó el domingo) mi agresor sigue libre y yo en zozobra con miedo, miedo al monstruo que me espera afuera para lastimarme”
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Desesperada, llamó al sistema 911, pero nadie le atendió en los 19 intentos. “Después llamé a mis padres, que un momento llegaron y me socorrieron hasta un hospital por mis golpes. Eso sucedió hace dos días (contó el domingo), mi agresor sigue libre y yo en zozobra con miedo, miedo al monstruo que me espera afuera para lastimarme”, relató la víctima.
Ella pide que lo encuentren pronto porque, si bien ella tiene heridas en el cuerpo, otras mujeres no lograron escapar y lo mismo podría seguir ocurriendo mientras esté prófugo. “Él sabía lo que hacía, él sabía donde vivía, él no quería robar, él me quería violar”, lamentó.
Allanamiento infructuoso
En el marco de la investigación, agentes policiales y la Fiscalía allanaron una vivienda en la compañía Olegario de la ciudad de Coronel Oviedo. Del lugar fueron incautados nueve aparatos celulares, un arma de fuego tipo escopeta, cargador de pistola, prendas de vestir y calzados deportivos.
Aunque el agresor está plenamente identificado, aún no pudo ser capturado.