Lucía Agüero cumplía con la medida de prisión domiciliaria en la colonia Santa Librada, distrito de Curuguaty. Junto con su hijo mayor –de 11 años de edad– trabajaban en la chacra, sin poder salir a buscar otro tipo de empleo y lejos de su familia.
Esta mañana fue sorprendida con un mensaje de WhatsApp sobre la resolución firmada por la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, que disponía su libertad. “No lo podía creer, salté de felicidad con el mensaje de mis abogados”, comentó.
El pasado 15 de junio se cumplieron los seis años de condena impuesta por la Justicia, sin embargo, no podía recuperar su libertad porque la Corte no resolvió el recurso de casación (anulación de sentencia) presentado por su defensa.
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En conversación con Última Hora, Lucía señaló que este logro se debe a sus abogados Darío Aguayo y Albino Ramírez Torres, quienes lucharon por ella a lo largo de estos años y la acompañaron en todo momento.
“No se cómo decir lo orgullosa que estoy de mis defensores, que hasta este punto lucharon por mi libertad, estoy emocionada, no puedo evitar llorar”, expresó con la voz entrecortada.
“En medio de la falta de fe en la justicia y en las personas, pensé que me iban a dejar sola. Recuerdo que los llamaba queriendo saber sobre mi causa. Ellos lucharon y ahora estoy libre. Estoy muy orgullosa de ellos”, mencionó.
Lucía recordó los duros momento que atravesó, días en los que no comían nada (ella y su hijo). No obstante, siempre se mantuvo con entereza.
“Siempre trabajé sola con mi hijo, a pesar de mi situación, trabajé en la chacra, acá en mi casa, pero ahora ya voy a poder salir”, agregó.
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La mujer indicó que hace seis años había ido a Marina Cué para ayudar a sus hermanos. Aquel 15 de junio del 2012 perdió a uno de ellos. Por esa razón, considera que su condena fue injusta, así como la de los otros presos.
Explicó que anhela profundamente volver allí para ver el lugar en el que falleció su hermano. Además, confesó que le gustaría mudarse y ayudar en lo que pueda a la comunidad.
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“Lo único que principalmente quiero es ir a Marina Cué y ver el lugar donde murió mi hermano. Espero que la gente pueda ver que hay gente buena en la que se puede confiar, quiero ir a vivir ahí con mi hijo para acompañar sus luchas y ayudar a los que necesitan”, puntualizó.
A pesar de su felicidad, sigue sosteniendo que es inocente y que en aquella ocasión (en la masacre de Curuguaty) no había ido por cuestiones de la tierra, sino para visitar a sus hermanos.
“Estos años en la cárcel fueron injustos, pero estoy orgullosa de mí porque yo no fui a prisión por una causa, fui por una injusticia. Estoy también orgullosa de mis compañeros que continúan presos y de los que están libres. Por eso iré a Marina Cué a ayudar de los que necesitan”, insistió.
Lucía Agüero fue condenada por supuesta participación en el trágico hecho del 15 de junio del 2012, cuando 11 campesinos y seis policías perdieron la vida.