26 abr. 2025

Luciano lleva 30 años ejerciendo de chapista, pese a su limitación física

Pide que la gente le solicite sus servicios, mientras critica a los que quieren ganarse la vida sin sacrificio alguno. Casi no estudió y, por tanto, no sabe escribir; pero deja impecables los autos de sus clientes.

luciano lleva 30 años chapista en su condicion

Por Édgar Medina<br/><br/>PRESIDENTE FRANCO<br/><br/>La limitación física no es obstáculo para Luciano Pérez, de 42 años, quien, pese a sufrir de paraplejia desde los seis meses de edad por una complicación de salud, puede trabajar en su pequeño taller domiciliario y criar a sus seis hijos, con el sudor de su frente. <br/><br/>"Vivo con esto desde los seis meses; para mí mi vida es normal. No puedo excusarme en mi deficiencia. Trabajé desde los 12 años en esto”, sostuvo el hombre, al referirse a su limitación física, mientras pasaba una lija por el automóvil cuya chapería está poniendo en condiciones para luego pasarle la pintura, en el taller de su domicilio, ubicado en el barrio San Miguel, de la ciudad de Presidente Franco, en el Departamento de Alto Paraná.<br/><br/>"No entiendo por qué los que tienen todo no quieren trabajar. Es vergonzoso”, sentenció, al señalar que muchos de los más jóvenes actualmente se niegan a trabajar y quieren vivir bien, por lo que pasan metiéndose en la delincuencia o amanecen por las discotecas, donde desperdician su vida. <br/><br/>"Deseo que el Gobierno ayude a la gente que tiene limitaciones, porque yo, por ejemplo, quiero trabajar y quiero ganar plata. Acá lo que me falta es mejor infraestructura, porque ante la falta de techo debo parar los días que llueve”, dijo el chapista, sin descuidar la tarea que estaba realizando.<br/><br/>MÁS TRABAJO. Espera que la gente le lleve trabajo. “Un automóvil se entrega en 15 a 22 días, dependiendo del clima, pero aceptamos todo tipo de vehículos. Yo nunca tuve problemas, a consecuencia de mi trabajo, con los clientes. Acá trabajamos con garantía”, manifestó el entrevistado. <br/><br/>Aunque no le gusta pedir ayuda, reconoció que con lo que gana le alcanza solamente para mantener a su familia, pero no puede construirse un techo y poner un piso a su taller, debido a la falta de recursos. <br/><br/>EDUCACIÓN. Don Luciano Pérez no tuvo oportunidad de estudiar, ya que se inició en el trabajo a los 12 años de edad con un cuñado suyo, quien le enseñó la profesión de chapista. <br/><br/>No obstante, relató que luego de conseguir un buen trabajo, pudo estudiar, aunque solamente 15 días, lo que fue suficiente para aprender a leer, pero no sabe escribir. Nació en Luque, Departamento Central, pero reside desde hace 14 años en el Departamento de Alto Paraná.<br/><br/>Conoció a su ahora esposa Ruth Marina Álvarez Vera, con quien tuvo siete hijos, de los cuales seis pudo criar. El mayor tiene 19 años de edad y el más chico tiene 7 años. Todos viven en el domicilio familiar del barrio San Miguel, de la ciudad de Presidente Franco, lugar donde tiene su pequeño taller de chapería y pintura, y hasta donde acuden sus clientes, quienes conocen la calidad del trabajo que realiza en los vehículos. <br/><br/>Es un ejemplo de vida y es muestra de que existen personas que con mucho sacrificio ganan el sustento de su familia. <br/><br/>LE FALTAN HERRAMIENTAS<br/><br/>El taller tiene solamente lo básico para que pueda realizar su trabajo. El soldador autógeno es prestado de un amigo y la compresora de aire tampoco funciona totalmente, aunque con lo que tiene puede dejar impecable un automóvil o una motocicleta, de acuerdo a lo señalado por Esteban Gil Matto, un amigo que contactó con nosotros. “Don Luciano no acostumbra a pedir ayuda, porque él puede ganarse la vida trabajando. Pero yo apelo a la gente, si de repente se puede conseguir para sus herramientas, para que pueda trabajar mejor”, afirmó el amigo.<br/><br/>DÍA DEL TRABAJADOR<br/><br/>