El partido entre Uruguay e Italia, donde se jugaban la clasificación a octavos de final de la Copa fue intenso. Con más garra que buen fútbol se desarrolló el encuentro, pero Luis Suárez fue un poco más allá y además mostró los dientes.
Así como pasó en el 2013, Suárez volvió a ser protagonista de una mordida. Esta vez, su víctima fue el defensor italiano Giorgio Chiellini. El reclamo no se hizo esperar, pero tanto el juez como sus asistentes no vieron la acción y dejaron continuar el encuentro.
Un año atrás quien sufrió la mordida fue el defensor Branislav Ivánovic, quien con el Chelsea enfrentaba al Liverpool del charrúa.
Al final, el partido terminó con el triunfo por 1-0 de la celeste que pasó a octavos y mandó a los italianos a su casa.