El mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva arremetió con dureza contra la organización del acto de la ceremonia de la toma de mando de Santiago Peña como presidente de la República, quejándose por el tiempo que pasó bajo el sol, en los jardines del Palacio de López, el pasado martes.
Da Silva, de 75 años, fue uno de los cinco jefes de Estado que participaron de la asunción de Peña y estuvo sentado en primera fila sin las protecciones debidas contra el intenso sol.
“Voy a comenzar mi discurso pidiendo disculpas a ustedes por dejarlos tanto tiempo bajo el sol. Ayer estuve en la posesión del presidente de Paraguay y tuve la suerte de ser premiado con el grupo que estuvo bajo el sol. Yo estuve una hora y media tomando sol en el rostro”, expresó el mandatario.
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El jefe de Estado dio estas declaraciones en la clausura de la Marcha de las Margaridas, una movilización feminista multitudinaria que se celebra cada cuatro años y que congregó en Brasilia a miles de mujeres, en su mayoría campesinas.
Lula arribó al país en la tarde del lunes 14 de agosto y luego de pisar suelo paraguayo, una de sus primeras actividades fue visitar a su amigo, el ex presidente de la República Fernando Lugo, quien se recupera de un accidente cardiovascular que sufrió en agosto del año pasado.
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Durante el acto de toma de mando de Santiago Peña se lo vio entre los invitados especiales junto a su esposa Rosângela da Silva. También estaba invitado para el Tedeum en la Catedral Metropolitana pero ya no se lo vio en el acto religioso.