“Nuestros países tienen más que ganar con la integración que con las prácticas proteccionistas”, agregó Lula.
Por su parte, Ishiba aseguró que “me lo tomo muy seriamente y, junto con el presidente, presionaré firmemente para que el comercio y las inversiones bilaterales sean más fluidos”.
Ishiba destacó que “círculos empresariales de ambos países nos acaban de pedir que alcancemos pronto un AAE Japón-Mercosur”, una referencia a un Acuerdo de Asociación Económica, más amplio que un tratado de libre comercio.
Un documento de la Federación Empresarial Japonesa Keidanren destaca que Japón y Mercosur tienen una “relación mutuamente complementaria y son socios económicos estratégicamente vitales”, y urge la adopción del AAE para profundizar su relación.
El comercio estuvo en el centro de la visita de Lula a Japón, ante la decisión de Trump de imponer aranceles a gran parte de las importaciones a EEUU.
“No podemos volver a depender del proteccionismo. No queremos una segunda Guerra Fría, queremos libre comercio para que podamos definitivamente hacer que en nuestros países se establezca la democracia, el crecimiento económico y la distribución de riqueza”, expresó Lula.
Lula sostuvo que Brasil y Japón enfrenan el desafío de recuperar su comercio bilateral, que cayó de USD 17.000 millones en 2011 a USD 11.000 millones en 2024. AFP