01 may. 2025

Lula y Bolsonaro: Un duelo con final incierto en un Brasil fracturado

La ventaja de cinco puntos de Lula sobre Bolsonaro dejó la definición abierta y proyecta semanas de una campaña intensa y agresiva en un país profundamente dividido, coincidieron analistas.

Los equipos de campaña de Lula y Jair Bolsonaro comenzaron ayer a afinar sus estrategias de cara al balotaje en Brasil, que se celebrará dentro de cuatro semanas cargadas de incertidumbre.

El ex presidente izquierdista Luiz Inácio Lula Da Silva, de 76 años, se impuso con el 48% de votos al mandatario ultraderechista, con 43%, pero se quedó lejos de una victoria holgada como preveían los sondeos. Tampoco logró superar el 50% necesario para evitar una segunda vuelta el 30 de octubre.

La ventaja, de cinco puntos, dejó la definición abierta y proyecta semanas de una campaña intensa y agresiva en un país profundamente dividido, coincidieron analistas.

Como ya sucedió en otros eventos claves recientes, como la elección de Donald Trump en Estados Unidos en 2016 o el Brexit en Gran Bretaña el mismo año, las principales encuestadoras erraron de plano. Los números del domingo correspondieron, en cambio, con el escenario optimista que defendía el equipo de campaña de Bolsonaro, de 67 años, y que lo dejan con posibilidades de lograr la reelección.

PRÓRROGA. Lula se reunió ayer con su compañero de fórmula, el ex gobernador de centroderecha Geraldo Alckmin, para coordinar la campaña en São Paulo. “Esta es la prórroga”, escribió en Twitter el ex mandatario (2003-2010). “Vamos a trabajar (...) y conquistar nuestra victoria. Vamos a conversar con quienes piensan que no nos quieren y vamos a convencerlos”.

Leandro Consentino, politólogo del instituto Insper, pronostica un final abierto y una situación pareja para ambos, con Bolsonaro mostrando fuerza en estados claves como Río de Janeiro, São Paulo y Minas Gerais, en el Sudeste de Brasil, y que reúnen 40% del padrón electoral.

El bolsonarismo salió además reforzado el domingo en las elecciones legislativas y de gobernadores. “Es el reflejo de un país muy conservador”, evaluó Mateus Alcantara, un publicista de 26 años, un día después de la elección en Río de Janeiro. “Estamos en un momento de polarización enorme y el bolsonarismo crece cada vez más”.

VOLUNTAD DE CAMBIO. Bolsonaro, que desestimando las encuestas siempre dijo que ganaría en primera vuelta, admitió que muchos votos por Lula demostraron una voluntad de cambio por parte de la población, afectada por los aumentos de precios, especialmente en productos de la canasta básica. Pero dijo que demostrará que la economía se está recuperando y advirtió que un cambio puede ser para peor, al poner como ejemplo la realidad económica de otros países de América del Sur que eligieron gobiernos de izquierda. Para el balotaje, los apoyos de Simone Tebet, tercera con 4% de los votos, y Ciro Gomes, con 3%, tendrán un papel relevante. Tebet prometió que anunciará su postura en el momento oportuno, mientras Gomes, duro crítico de Lula y Bolsonaro, pidió tiempo para manifestarse. Bolsonaro gobernó a golpe de crisis, especialmente con una cuestionada gestión de la pandemia.