La encargada de la administración del matadero Tío Kele, Catalina Rolón, recibió el jueves una nota de la Municipalidad de Luque, del Departamento Central, en la que se le comunicó la clausura temporal de la planta.
El matadero había sido inspeccionado por técnicos del área de Higiene y Salubridad de la Comuna a finales de julio tras numerosas denuncias por insalubridad en una zona residencial.
La administradora manifestó en una comunicación con Última Hora que “se trata de una injusticia” y que este mismo viernes se presentará en la sede de la Comuna para exigir que se aplique la misma medida con otro matadero que se dedica también a la faena de caballos, que supuestamente opera en forma clandestina.
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“Yo me fui al Mades (Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible), averigüé todo” afirmó. Sostuvo que el matadero al que apunta está clausurado por la institución, pero “ellos ahora están trabajando (...)”. “En cambio, yo tengo mi planta de tratamiento, tengo todo y gasté millones. Mi licencia se tiene que renovar en octubre”, afirmó.
Sobre el punto acotó que el matadero Tío Kele ya cuenta con un solo faenador y que el matadero al que ella acusa faena más.
“Porque cobra menos, trabaja clandestinamente, le ayudan los políticos, a mí nadie me ayuda, nunca he pedido ayuda, siendo que trabajamos honestamente, nunca trabajamos ilegal”, vertió Rolón.
Supuesta extorsión
La encargada mencionó que llamativamente los fiscalizadores de la Municipalidad de Luque no le dejaron ninguna constancia sobre la inspección en la última visita y que al poco tiempo fue citada desde la Dirección de Higiene y Salubridad de la Comuna para una reunión, en la que supuestamente se le pidió una suma de dinero a cambio de no cerrar su local.
“Me dicen ‘bueno, doña Catalina, te tengo que decir que hay varias denuncias en tu contra’, y le dije que ya sabía, que no me tenía que explicar, había gente que no le correspondía firmar la denuncia, y él me responde: ‘bueno, pero si vos querés dormir tranquila hasta diciembre, te cuento que me vas a tener que pagar G. 30 millones”, dijo.
La hija del propietario del matadero Tío Kele, Eugenio Rolón Trigo, señaló que se negó a pagar porque recientemente había cancelado un monto de G. 63 millones al Mades para adecuarse a los requerimientos y el valor de G. 14 millones para el mismo efecto, y además debe abonar G. 70 millones por la construcción de otra planta.
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“Vos me está extorsionando, le dije y él ‘si vos no me estás pagando esos millones, primero tu matadería se va a cerrar’ (...). Después me fui hasta la casa del intendente, Cristian Bernal, le conté que me intentaron extorsionar y me aseguró que podía trabajar tranquila hasta diciembre. Después viene y me cierra la matadería”, reclamó.
El director de Higiene y Salubridad, Diego Amarilla, por su parte, desmintió a nuestro medio las acusaciones y también desmarcó a su nuevo equipo del hecho. “La señora se siente afectada, ya que en años no pudieron cerrar y esta vez la administración actual -que tiene dos meses- hizo lo correcto con base en varias denuncias”, añadió.
No obstante, no descartó que la extorsión se haya dado en los primeros días que asumió el cargo por parte de funcionarios malintencionados para “ensuciar” y “desprestigiar” a la Dirección a su cargo. Comentó que hizo 13 despidos de la administración anterior por una serie de irregularidades.
El caso
El matadero en cuestión fue inspeccionado el pasado 19 de julio tras una denuncia presentada por un grupo de 86 vecinos de las compañías Zárate Isla y Ykua Karanda’y.
Los pobladores denunciaron olores característicos de los mataderos equinos en la zona, que arrojan efluentes en el arroyo Paso Carreta y además provoca la presencia de buitres que secan los árboles de la zona. Alegaron que se trata de una zona residencial, donde no deberían funcionar plantas en estas condiciones.
La Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) también denunció que afectó el tráfico aéreo del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi, por la excesiva cantidad de aves carroñeras que provocan este tipo de negocios.
El Mades fiscalizó el matadero Tío Kele en fecha 13 de mayo, en atención a la denuncia realizada por los vecinos y en su informe de ese día concluyó que el lugar estaba en orden.