Patricia C. Benítez
Luz Borja es una luthier paraguaya, empresaria y propietaria de la fábrica de guitarras Borja. No se cansa de estudiar y prepararse, se interesa por la cultura y el arte. También tiene todo un camino recorrido en la función pública y hasta en política. Es madre y está orgullosa de sus raíces.
Aunque es licenciada en Ciencias de la Educación, su pasión es la luthería. “Mi gran sueño es dedicarme 100% a ser luthier, fabricar guitarras de autor, de alta gama y guitarras antiguas, amo el oficio que me vio crecer y que llena absolutamente mi alma entera. Es una tradición familiar que lleva más de cuatro generaciones. Me fascina el olor a maderas como el palo santo, el cedro, el algarrobo, pues crecí entre maderas, aserrín y virutas”, confiesa emocionada.
Multifacética
Luz Borja fue directora de Turismo y luego directora de Cultura de la Municipalidad de Luque. Fue docente del posgrado en Didáctica Universitaria en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción. Borja también es embajadora cultural de la Marca País Paraguay (2021), posee diplomado en Legislación Cultural y Políticas Públicas, diplomado en Gobernabilidad e Innovación Pública. Además, realizó una especialización en Gerencia y Gestión pública.
“Desde pequeña soñaba con llegar lejos, poder viajar por el mundo entero y estudiar mucho, porque amaba la lectura”, rememora.
Actualmente es miembro del consejo directivo del Fondo Nacional de Cultura y las Artes (2023 al 2025). A través de este trabajo apoya varios proyectos que comparte en sus redes sociales. Luz fue candidata a vicepresidente de la República del Paraguay por el PLRA en 2022. “Haber sido precandidata a la Vicepresidencia fue una gran experiencia que me permitió conocer la realidad social, educativa y económica del Paraguay, tuvo un profundo impacto en mí”, manifiesta.
Su día a dí
“Mi vida como todas las mujeres es un tanto ajetreada. Inicia a las 06:00, ya que debo llevar a mi hija al colegio, de allí voy a la fábrica de guitarras a tomar mate con mi padre, Aníbal Borja, un maestro artesano de guitarras. Una vez organizada la producción y verificación de que no falte materia prima y que el equipo humano esté completo, dispongo a trasladarme hasta la tienda de Guitarras Borja, ubicada en el Shopping Estación Los Jardines de Luque para monitorear al equipo que tenemos allí”, indica
Luego de esto, pasa a la oficina del Fondec a participar de las sesiones ordinarias. Hay veces que le corresponde viajar al interior del país para acompañar proyectos culturales que apoya la institución.
Los domingos conduce un programa en vivo en su Luque natal, denominado Domingos de folklore y se transmite vía Facebook e Instagram. Además una vez al mes le corresponde realizar la Gira de Empodramiento Femenino gracias al apoyo de una empresa privada. En su tiempo libre le gusta leer, investigar sobre maderas nacionales y de otras procedencias. “De hecho, estoy avanzando en el desarrollo de un libro sobre el caudal sonoro de las maderas paraguayas para guitarras”, adelanta
Inquietudes
Su gran preocupación en el área que más le apasiona tiene que ver con el proceso de extinción de los conocimientos intangibles de la fabricación de arpas y guitarras. “Los grandes maestros artesanos cursan edad avanzada y las nuevas generaciones no se involucran en el aprendizaje del oficio. Por esa razón, fundamos la primera Escuela Taller de Luthería en Paraguay, la cual funciona en la ciudad de Luque”, explica.
Otra de sus preocupaciones es el difícil acceso a la materia prima, ya que muchas de ellas son importadas y no se fabrican en el país. “El acceso a buena materia prima como el ébano, tapas armónicas de pino alemán e italiano y las escalas de alpaca alemana son de alto costo, su acceso implica mucha inversión”, resalta.
Para Borja existe poca valoración de las guitarras hechas a mano en Paraguay, pues estas son más apreciadas por los extranjeros y eso sucede con todas las artesanías tradicionales. “Desde las instituciones que trabajan en bien de la cultura nacional se debe seguir trabajando y fortaleciendo políticas públicas que permitan exportar los instrumentos, ya que el mercado está fuera del país. Eso permitiría el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros tesoros vivos, los artesanos”, remarca con preocupación la mujer.