19:27 | Roma, 6 sep (EFE)- FOTO EFE
“Dedico esta canción al Papa, porque soy hija de Dios. También vosotros sois hijos de Dios”, dijo la cantante, que acaba de cumplir 50 años de edad, a un entregado público que hizo horas y horas de cola para entrar en el “Olímpico” de Roma para ver a la cantante estadounidense cuya familia procede del pueblo italiano de Pacentro, en la región central de Abruzzi.
La dedicación fue en la parte final de su espectáculo “Sticky & Sweet Tour” y la cantó junto al público, en coro.
El concierto -el único que ha ofrecido en Italia dentro de la gira mundial que comenzó en la ciudad británica de Cardiff el pasado 23 de agosto y concluirá en diciembre en Sao Paulo, tras pasar, entre otras, por las ciudades españolas de Sevilla y Valencia- siguió el esquema previsto.
Espectacular, Madonna apareció vestida con un corpiño negro y calzada con botas de cuero del mismo color, sentada en un trono, en medio de los aplausos y gritos de los presentes. El espectáculo lo abrió con “Candy Shop”, una de las canciones de su último disco “Hard Candy”.
Atlética, Madonna, que acaba de cumplir medio siglo, bailó, saltó a la comba y se retorció en diferentes tipos de movimientos, dominando un escenario con pantallas de última generación, de efecto tridimensional, que mostraban lo último de la tecnología en ese campo.
Acompañada de 16 bailarines y 12 músicos, Madonna se cambió en seis ocasiones y se ganó a un público entregado desde el principio con canciones como “Get into the groove”, “She’s Not Me” o “You must love”, de la obra Evita.
Madonna sorprendió con una versión estilo fiesta gitana de su clásica “La isla bonita”, que acompañó con violines, guitarras acústicas y bailarines.
La cantante “ítalo-americana”, como gusta a los italianos llamarla, también ofreció, entre otras, sus temas “Ray of light”, “Hung Up” y “Give it to me”.
En el concierto también mostró su lado político, al aparecer por las pantallas imágenes del candidato demócrata a las elecciones estadounidenses, Barak Obama, asociadas a las de Gandhi y John Kennedy.
Al concierto asistieron, entre otros, según fuentes de la organización, el modista Giorgio Armani, el futbolista y capitán del club Roma, Francesco Totti, y su esposa la presentadora Ilary Blassi; el futbolista Bobbo Vieri, la actriz y presentadora Alba Parietti, la actriz Valeria Marini y los cantantes Irene Grandi y Pino Danieli.
Madonna llegó a Roma en la tarde del viernes con dos de sus hijos, alojándose en uno de los hoteles más prestigiosos de la capital, en el centro de la Ciudad Eterna, donde centenares de fans hicieron guardia para verla.
La diva sólo se asomó a la ventana de su habitación unos segundos, suficientes para hacer felices a la legión de seguidores llegados desde todo el país. EFE