Lucía Bonussi, mamá del suboficial del Departamento de Antinarcóticos Pablo David Amarilla Bonussi, de 35 años, conversó con radio Monumental 1080 AM a pocas semanas de la pérdida de su hijo, baleado durante un trabajo de inteligencia en Capitán Bado, Departamento de Amambay.
La madre aseguró que a Pablo David no le brindaron la atención correcta.
“Cuando a mi hijo se le baleó, me llamó a mí y le llamó a su pareja. Él estuvo dos horas a tres horas en el suelo y sin que nadie le auxiliase”, expresó dolida.
Comentó que se movilizaron para tener la certeza de lo que había ocurrido con su hijo, ya que nadie se acercó ni le auxilió. “Mis familiares tuvieron que moverse para que se le pudiera auxiliar”, acotó.
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Detalló que a un médico le pagaron G. 2.000.000, a un enfermero G. 1.200.000 y también cargaron combustible a una ambulancia para trasladar a su hijo herido.
“Nosotros imploramos que se traiga un helicóptero para traerle y se negaron. Era muy triste, porque todo el traslado se hizo en 16 horas y en una ambulancia sin terapia. Lo único que se hizo bien fue la entubación”, lamentó.
Siguió recordando todo lo que vivieron ese día y dijo que la ambulancia no tenía todo lo necesario para la situación.
“Solo tenía oxígeno y un respirador manual. Mi hijo llegó como un cadáver, pero él quiso vivir y nada hicieron en el Policlínico (Rigoberto Caballero), yo tenía que plaguearme para que le asistan”, reprochó e insistió en que “no está conforme con las cosas que hicieron” y dijo que su hijo luchó hasta el último momento por su vida.
Por último, sostuvo que la última vez que habló con el comandante de la Policía Nacional, Carlos Benítez, y el subcomandante Ramón Morales fue cuando su hijo estaba internado.
“La última vez que hablé con el comandante y subcomandante fue la vez que mi hijo estaba internado. Después no aparecieron más, solamente sus camaradas”, expresó.
Amarilla Bonussi falleció la semana pasada luego de permanecer varios días internado con un cuadro delicado de salud. El uniformado incluso fue sometido a la amputación de la pierna izquierda.
Recibió ocho impactos de bala que afectaron, principalmente, sus miembros inferiores.
Este hecho sucedió el 25 de setiembre frente a un establecimiento en la colonia Chaco’i, de la ciudad de Capitán Bado, cuando el uniformado se encontraba realizando un trabajo de inteligencia.
Fueron dos desconocidos quienes dispararon contra el suboficial.