Josefina Duarte, la madre del niño que lleva hace dos semanas desaparecido en Asunción, se mostró dolida por las afirmaciones que vertió la fiscala Fátima Girala, que investiga la desaparición de su hijo.
La mujer cuestionó que la agente del Ministerio Público no haya tomado en cuenta que debe salir a trabajar y por eso ponía a su hijo José Miguel Ozuna, de 12 años, al cuidado de la hermana, de 23 años, y que no tiene recursos para que su hijo siga un tratamiento médico para que pueda hablar.
La fiscala Girala manifestó a Monumental 1080 AM este jueves que existen varias líneas investigativas con respecto al caso y no descartó alguna implicancia con el narcotráfico, ya que en la casa de la familia del desaparecido se encontró una inscripción en la pared que decía “killos 32", que es una banda que opera en la zona.
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La vivienda donde vivía el niño está ubicada en el barrio Santa Ana, de Asunción, lugar donde operan clanes implicados en las drogas. Además acotó que en una foto aparece con la mano alzada, haciendo el signo que utiliza el clan Rotela, aunque señaló que esto no significa que la familia esté involucrada.
La mamá negó a Telefuturo que su hijo esté involucrado en ello y desmintió las acusaciones que hizo la Fiscalía en su contra, que fueron utilizadas como argumento para la imputación.
El Ministerio Público apuntó que el niño, quien sufre epilepsia, no recibía el tratamiento que requería y que no está escolarizado.
“Ella tiene que ver las cosas”
La mujer dijo que lo inscribió a la escuela, incluso los docentes le facilitaban materiales para que pudiera hacer las tareas en la casa. “Que venga a preguntar en la escuela que se matriculó".
Agregó que recurrió a la Secretaría Nacional por los Derechos Humanos y de las Personas con Discapacidad (Senadis), el ex Inpro, y que nunca le devolvieron la comunicación que le prometieron.
“Ella tiene que ver más las cosas. Yo le pedí ayuda para que se le encuentre a mi hijo y ellos vinieron a cavar acá como si fuese que se le mató. Acá yo estoy libre para todo lo que ellos quieran hacer, si quieren venir otra vez”, mantuvo.
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El niño estaba medicado
Agentes de la Policía Nacional y la Fiscalía se constituyeron en la noche del miércoles en su casa y realizaron una verificación más profunda, con excavaciones en la propiedad.
La madre también negó que esté domiciliada en otro lugar, como se presumió en la investigación del caso. Añadió que reside en la casa allanada, que fue de su madre, con un hermano, una sobrina y sus hijos. Aseguró que su hijo era medicado con un fármaco denominado Cronoval, que conseguía en diferentes presentaciones.
“Yo trato de conseguir los remedios para que me pueda sobrar también. Ella (la fiscala) porque está bien (económicamente) habla así. Eso lo que me duele de ella. No me alcanza para más y ella dijo que acá viven 15 personas en la casa. Y cómo voy a hacer si no tengo donde vivir. Esas cosas son las que me molestan más, en vez de ayudarme”, reclamó entre lágrimas la mujer.
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Los investigadores realizaron varios rastrillajes en busca del niño, por el río Paraguay, en la zona de Sajonia, Itá Pytã Punta, Varadero y en la bahía de Asunción.
El menor sufre de epilepsia y recibe medicación diaria a causa de la enfermedad. El pequeño no entabla conversación alguna, emite palabras sueltas o entrecortadas y responde a su apodo: Peño.
Las personas que tengan cualquier información referente al niño se pueden comunicar a la Policía Nacional o al número (0994) 748-826.