La mujer contó que conoció a A.S. en un intercambio en Canadá y tuvieron una hija en común y, luego de unos años, se separaron. Comentó que vivió un calvario con el hombre, por abusos sicológicos y económicos.
“Pasé mi embarazo acá y luego de un tiempo que nació mi hija, nos fuimos de vuelta. Yo sufrí con él abuso económico y sicológico, un abuso sutil que no deja rastro y tenía restricción de salida”, dijo.
Pero luego ella logró conseguir un permiso para su hija, para ir de vacaciones solamente en México y de ahí consiguió venir a Paraguay sin avisarle al padre, en el 2018.
El padre, tras enterarse, inició en nuestro país un juicio de restitución internacional y la jueza Alice González Delorenzi resolvió el 23 de junio del 2020 la restitución de la niña, exhortando a que se deben arbitrar los medios “para que la madre acompañe a la niña si es pertinente”.
“No solo ordena la restitución, sino que me denuncia por rapto parental”, dijo.
La madre explicó que “días previos a esa sentencia, mi hija tenía pesadillas, miedos, su papá le dijo que ella se iba a ir”, lamentó entre lágrimas.
La defensora de la Niñez Adriana Marecos había presentado en su dictamen que se reconoce el traslado ilegal de la niña, pero expuso excepciones para denegar la restitución, como el peligro síquico para la niña, ya que en Canadá había dictado una jueza en abril del 2019 que una vez restituida, la menor quedará a cargo del padre.
Marecos hizo constar que la niña dijo en audiencia que quiere vivir en Paraguay con la mamá y solo visitar en Canadá a su papá, porque acá tiene amigos. Según la defensora, la doctrina señala que “la finalidad de las convenciones está inspirada en el interés superior del niño”.
Un informe del abogado Jobst Bode en Canadá dice que “el hombre es abusivo, con una personalidad altamente conflictiva”. También una evaluación hecha en Paraguay confirma los abusos denunciados.
Hoy la causa se encuentra en Apelaciones, a cargo de las camaristas María Lourdes Sanabria, Gloria Benítez y María del Carmen Romero.
El abogado Óscar Tuma, quien defiende a la mujer, dijo que espera que “las camaristas estén a la altura del cargo y hagan justicia, ya que la propia menor expresó querer quedarse con su mamá”.
La mujer había recurrido también a la Comisión de Equidad y Género del Senado y ante la Comisión de DDHH.
La senadora Georgia Arrúa se hizo eco de la situación y presentó el caso, diciendo que las instituciones de apoyo a la mujer deberían ampararla.
La otra parte prefirió no dar declaraciones respecto al caso.