El Tribunal de Sentencia que estuvo presidido por la jueza Carolina Bernal e integrado por sus pares magistrados Juan Carlos Rocholl y Fátima Rojas, consideró declaraciones de vecinos, profesoras de escuela de la víctima y otras evidencias contundentes producidas por el Ministerio Público.
Según quedó demostrado, la víctima, una menor de 11 años, fue explotada sexualmente de manera sistemática desde los 8 años por su madre, la ahora condenada, quién la sometía utilizando amenazas y manipulaciones sicológicas.
La investigación fue impulsada por una denuncia hecha por la coordinadora del asentamiento donde residía la víctima.
Según relató la niña, los episodios de abusos sexuales fueron recurrentes, y eran protagonizados por personas allegadas a su mamá, quien recibía dinero a cambio de los sometimientos de su hija, según constató el mencionado tribunal que dictaminó la sentencia.
