CARACAS - VENEZUELA
El presidente Nicolás Maduro removió del gabinete a Jorge Giordani, uno de los ideólogos de los complejos controles de cambio y precios vigentes desde hace más de una década en Venezuela, en la que sería una señal de pragmatismo de su gobierno socialista.
El heterodoxo Giordani, quien fue un peso pesado durante el gobierno del fallecido líder Hugo Chávez, fue relevado de su cargo como jefe de Planificación, tras haber salido la semana pasada del directorio del Banco Central.
“Quiero agradecerle al profesor Jorge Giordani, compañero de todos estos años de lucha, compañero de nuestro comandante Chávez, que ha estado prácticamente los 15 años de gobierno revolucionario en Venezuela”, dijo Maduro en su programa semanal.
Giordani, un profesor apodado El Monje por su dedicación al trabajo y su estilo austero, fue como ministro de Finanzas y Planificación uno de los mentores económicos de Chávez.
Analistas consideran que la salida de puestos clave del reservado académico marxista, una de las piedras angulares de la transición hacia la economía socialista, disminuiría la influencia del “ala radical” en materia económica.
“Este cambio en las correlaciones de poder es vital porque gran parte del excesivo gradualismo que hemos observado hasta ahora se ha debido a la capacidad de los radicales de ejercer un poder de veto en decisiones clave”, dijo la semana pasada un informe de Bank of America Merrill Lynch.
El nuevo titular de Planificación será Ricardo Menéndez, quien fungía como ministro de Educación Universitaria y anteriormente ocupó el despacho de Industrias.
sin liderazgo. Giordani señaló en una carta pública difundida ayer que el presidente Nicolás Maduro no transmite liderazgo y hay una sensación de vacío de poder en la presidencia del país.
En un documento difundido en el portal Rebelión.org y replicado por el chavista Aporrea, Giordani indicó que el jefe de Estado ha manejado el gasto público de manera descontrolada y que el incremento de este indicador llegó a niveles extremos durante la campaña de octubre de 2012 para la reelección de Hugo Chávez. “Resulta doloroso y alarmante ver una presidencia que no transmite liderazgo, y que parece querer afirmarlo en la repetición, sin la debida coherencia, de los planteamientos como los formulaba el comandante Chávez”, indicó Giordani.