El “artista” del balón es de nacionalidad peruana y causó gran impresión en los conductores que transitaban por la zona, ya que posee un gran dominio. Algunos incluso bromeaban con la posibilidad de ficharlo a algún club de fútbol local.
Cuando el semáforo marca en rojo, este se ubica a la vista de los conductores y demuestra, en unos segundos, su habilidad con el balón.
El “maestro” de las picaditas, luego de demostrar su talento en los semáforos, apela a la voluntad de los conductores, ya que con esto se gana el pan de cada día.
La creatividad de los trabajadores de la calle va en aumento y trasciende fronteras, pese a todo lo que ello representa. Cada vez se hace más habitual la presencia de extranjeros que viven de su talento o ingenio, recorriendo ciudades de distintos países.