Dicha entidad financiera había otorgado un crédito a una mujer y, en vez de contratos, le hizo firmar pagarés, sin hacer constar en dichos papeles las fechas.
Estos documentos le iban a ser devueltos con la cancelación de cada cuota, lo cual no ocurrió.
El préstamo fue por G. 8 millones, y el contrato era pagar en 11 cuotas, teniendo que devolver G. 11.950.000.
Los pagos de cuotas –por instrucción de la cooperativa– se hicieron a diferentes cuentas bancarias, ya sea a la cuenta de Anaconda de Cobranzas SA o de Mandato.
Ella se comunicó con la cooperativa, casi un año después, y le dijeron que tenía cuatro pagarés vencidos, pese a haber pagado todos.
La mujer cuenta con todas las boletas de pago o depósito, donde constan que saldó toda la deuda; sin embargo, terminó siendo demandada varias veces por tres pagarés, cuya fecha se consignó después con un simple sello, y poniendo que todas vencían el mismo día.
Ella presentó ante el Juzgado los comprobantes, pero desde la cooperativa decían que los pagos a la firma Anaconda de Cobranza no tenían vínculo con ellos.
En diciembre del 2021, la jueza Elvira Franco sacó la sentencia, donde la obligaba a pagar nuevamente los pagarés y las costas del juicio.
Orihuela denunció que todo forma parte de un esquema liderado por Julio Martinessi Benza, abogado representante de la cooperativa, y de la empresa Anaconda de Cobranzas.
DENUNCIA. La mujer también denunció ante el Ministerio Público por estafa y lesión de confianza tanto a la cooperativa, como a Anaconda de Cobranzas, pero tampoco hay avances en la causa.