EFE.
“La habitación allí (en la casa de Mandela de Johannesburgo, donde recibe tratamiento) es como una unidad de la UCI. Sigue bastante enfermo”, dijo Madikizela-Mandela al diario sudafricano Sunday Independent.
“He escuchado el sinsentido de que recibe soporte vital. No es cierto”, señaló Winnie sobre su exesposo, en estado grave desde que fuera ingresado el pasado 8 de junio por una recaída de una infección pulmonar.
Madikizela-Mandela explicó que los tubos impiden hablar a Madiba, como se conoce popularmente al expresidente, de 95 años, aunque aseguró que “se comunica con la cara” y que los médicos esperan que “recupere su voz”.
“Aunque ha superado la neumonía, sus pulmones siguen sensibles, debido a los tubos”, añadió la segunda mujer del exmandatario, que reveló que este está siendo tratado por un equipo de 22 médicos.
“Cuando está muy relajado está bien, y eso nos da mucha esperanza”, agregó Winnie.
Mandela fue trasladado en estado crítico el 1 de septiembre del centro médico de Pretoria donde estaba hospitalizado a su domicilio de Johannesburgo, que fue adaptado para que pudiera seguir recibiendo el mismo tratamiento.
Mandela lideró la transición pacífica junto al último presidente del ‘apartheid’, Frederik de Klerk, un trabajo que les valió a ambos el Premio Nobel de la Paz de 1993.
Un año después, Madiba, que pasó casi tres décadas encarcelado por su lucha contra el régimen segregacionista, fue elegido primer presidente negro del país africano.