Un juez federal brasileño ordenó este lunes la reclusión de Marcelo Pinheiro, conocido como Marcelo Piloto, en la cárcel federal de Catanduvas, una de las cinco prisiones de máxima seguridad administradas por el Gobierno del Brasil, informó el Ministerio de Seguridad Pública.
El narcotraficante, expulsado por una orden directa del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, fue entregado bajo estrictas medidas de seguridad a la Policía Federal. Su transferencia a la prisión se realizará en esta misma jornada.
Las prisiones federales del Brasil tienen un régimen disciplinario mucho más rígido que el resto de los centros reclusorios, ya que los internos pasan 22 horas diarias dentro de sus celdas, reciben menos visitas y hay una mayor vigilancia y control.
El supuesto líder del Comando Vermelho será remitido a Catanduvas por orden del juez de Ejecución Penal de Río de Janeiro, Rafael Estrela Nóbrega, a petición de la secretaría regional de Seguridad Pública.
Con esa resolución, se busca evitar que Marcelo Piloto entre en contacto con sus cómplices del grupo criminal, la mayor banda delictiva que opera en Río.
“La excepcionalidad de la medida para que el condenado no ingrese en el sistema penitenciario de Río de Janeiro se justifica debido a todo su histórico reciente mientras estuvo bajo custodia en Paraguay, así como a la logística alegada por las agencias de seguridad, que consideran Catanduvas como una opción de menor costo y mayor eficacia”, afirmó el juez en su decisión.
Lea más: Así fue el operativo de expulsión de Marcelo Piloto
Catanduvas, municipio en el interior de Paraná, estado fronterizo con Paraguay y Argentina, está ubicado a 1.390 kilómetros de Río de Janeiro y a 200 kilómetros de Foz do Iguazú.
El juez citó en su decisión los dos intentos de narcotraficantes de rescatar a Marcelo Piloto de su reclusión en Paraguay, así como el asesinato de una joven, con el que el narcotraficante quería evitar que las autoridades paraguayas lo extraditaran a Brasil.
Piloto asesinó el sábado a Lidia Meza, una joven de 18 años que que le había visitado en su celda tras el pertinente permiso de las autoridades.
El narcotraficante la golpeó y luego le clavó varias veces un objeto punzante que era usado como cuchillo de postre por los reclusos, con la única intención, según el ministro paraguayo del Interior, Juan Ernesto Villamayor, de frenar el proceso de extradición en su contra.
El crimen llevó al presidente paraguayo a expulsarlo para no esperar más los trámites de la extradición y por considerar que “Paraguay no tiene que ser tierra de impunidad para nadie”.
Pinheiro responde a varios procesos en Brasil, en dos de los cuales ya fue condenado. Una de sus condenas es de 21 años de prisión por homicidio.
El narcotraficante era considerado como el jefe del Comando Vermelho en Paraguay y como el mayor abastecedor de las drogas y las armas que ingresan a Brasil desde el país vecino, en donde vivía desde 2012.
Considerado prófugo en Brasil en 2007, fue arrestado en diciembre de 2017 en la ciudad paraguaya de Encarnación, en donde usaba una identidad falsa, en desarrollo de un operativo internacional conjunto entre varias agencias antinarcóticos.