Desde hace poco más de un año, los combustibles sufrieron una variación de G. 2.300 por litro, un incremento que aún no podría tocar el techo de acuerdo con los analistas económicos, sobre todo, por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Sin embargo, las consecuencias cada vez son peores para la ciudadanía en general, y sobre todo, para aquellos que se dedican a trabajos que necesariamente deben utilizar un vehículo.
Por esa razón, se realizó una marcha en la avenida Costanera de Asunción para elevar la voz contra el voraz incremento en el precio de los combustibles. La movilización incluyó a trabajadores de transportes escolares, deliverys, conductores de plataforma alternativa para viajes, etc.
El representante de la Asociación de Conductores del Paraguay, Luciano Vargas, manifestó que nuclean siete organizaciones y que están exigiendo al Gobierno que cree políticas prácticas para reducir el precio de combustible para el consumidor final.
“La suba afecta a todo el país, no solo a nuestro rubro; con la suba de los combustibles también aumenta el costo de los alimentos y de la canasta básica”, afirmó.
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Una de las trabajadoras del volante expuso que trabaja 14 horas “para que no le alcance otra vez” y que debe sortear incluso la inseguridad reinante en las calles.
Un delivery dijo que la mitad de lo que gana destina a combustible y que hace ocho días nada más nació su hija y no le puede comprar ni pañal. “Abro mi heladera y está vacía, ahora vivo en el día a día, antes me sobraba alguito”, remarcó.
Asimismo, criticó que los congresistas no paguen nada y que tengan combustible gratis.
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Otro de los trabajadores de delivery explicó que en estos dos años subió el combustible alrededor de G. 2.000 y que aumentó el precio que se les cobra a los clientes, pero las empresas no lo trasladan a los trabajadores.
En la movilización también participaron la Asociación de Conductores del Paraguay (ACP), la Asociación de Transporte Escolar del Paraguay (Atepy), el Club Mercedes-Benz (CMB), la Asociación de Grueros del Paraguay, la Asociación Volqueteros Unidos de Central y Taxistas Independientes.
La incesante suba de los combustibles en el último año impacta fuertemente en el bolsillo de los trabajadores al tener un incremento total de G. 2.300 por litro. Con los costos actuales, el gasto mensual también asciende a entre G. 400.000 y G. 600.000 en promedio.
Con el último reajuste, la nafta común de 88-90 octanos pasa a costar G. 7.180 por litro; la de 93-95 octanos, G. 7.860, y la súper 96-97 octanos, G. 8.920. El gasoil común ahora cuesta G. 7.080 por litro y el diésel prémium, G 8.350.
La situación del transporte público en Paraguay, que ofrece un pésimo servicio y hasta incurren en reguladas —la queja diaria de los usuarios—, obliga a muchas personas a utilizar sus propios vehículos por el factor tiempo, entre otros motivos.