El lema elegido por la organización para este año es Por el amor, las familias y la igualdad de derechos en Paraguay ¡Empoderate! para visibilizar que existe “un concepto plural de familia”, comentó a Efe el cofundador de Somosgay, Simón Cazal, uno de los convocantes por décimo año de este evento.
Cazal enfatizó que aunque Paraguay se define como un país tradicional, donde se elogia “el modelo normativo de mamá, papá e hijos”, la realidad es que ese canon “es mínimo”.
De hecho, es frecuente que las parejas vivan sin formalizar sus uniones, que tengan hijos extramatrimoniales o que las madres críen a sus hijos en solitario.
“Queremos despertar empatía con la comunidad heterosexual que vive en acuerdos no normativos y se aproxima más a nosotros (...). Avanzar hacia una sociedad que respete los derechos humanos de todas y de todos es mejor”, expresó Cazal.
La organización de la marcha apostó este año por las familias como uno de los temas centrales para conquistar desde la diversidad el significado de esta palabra, de la que “tienden a apropiarse los conservadores”.
Aunque el evento es una ocasión para expresar con orgullo la identidad personal y sexual de cada persona, también es un momento de reivindicación en un país como Paraguay en el que las leyes no reconocen todavía muchos de los derechos de la comunidad de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales (LGTBI).
Para Cazal, este ha sido “un año difícil”, lleno de ataques al colectivo, con “retrocesos en educación”, y con un Gobierno conservador, como casi todos los anteriores, que tampoco presta atención a sus reclamos.
Sin embargo, reconoció que en algunas instancias, como el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) o el de la Niñez y la Adolescencia, comienzan a verse “señales un poco más alentadoras”.
Además, se mostró optimista en que en algún momento se reconozca en Paraguay el matrimonio entre personas del mismo sexo.
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Ello en concordancia con la opinión consultiva emitida en enero de 2018 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) en respuesta a una consulta de Costa Rica, en la que el Tribunal determina que es obligación de los Estados reconocer la identidad de género y los derechos familiares de la población LGBTI.
Al mismo tiempo, la organización Somosgay observa un “cambio de mentalidad brutal” en la mentalidad paraguaya hacia el movimiento LGTBI y lo atribuyen de manera especial a la renovación generacional.
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La Marcha del Orgullo de este sábado transcurrirá por las calles del centro de Asunción y ofrecerá también atención médica gratuita y pruebas sanitarias a disposición de las cerca de 2.000 personas que se esperan en este acto, lo que supondría doblar la cifra de asistentes registrados en 2018.
Varios partidos políticos han confirmado su presencia, al igual que los embajadores de Reino Unido, Matthew Hodges, y de Estados Unidos, Lee McClenny, un gesto que para el colectivo “ayuda mucho simbólicamente”.
“El Gobierno paraguayo tiene una postura muy proestadounidense. El hecho simbólico de que esté presente en las marchas ayuda mucho para entender que es un principio básico de derechos humanos, no es de izquierdas o de derechas”, agregó Cazal.
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Las celebraciones del Orgullo en todo el mundo coincidirán este 2019 con el 50 aniversario de las protestas del bar Stonewall, ocurridas el 28 de junio de 1969, en Nueva York.
Esa noche, los clientes de ese bar gay se enfrentaron a los policías que habían lanzado una redada en el local, un represión policial que generó protestas en defensa de los derechos LGTBI y que se conmemoró un año después con una marcha considerada el comienzo de estas celebraciones.