29 nov. 2024

Marcha juvenil en el país de la apatía

Por Alfredo Boccia Paz – galiboc@tigo.com.py

Alfredo Boccia Paz

Alfredo Boccia Paz

La iniciativa de unos pocos, el ejemplo de un colegio, las redes sociales y la unanimidad del reclamo hicieron posible una convocatoria juvenil inédita. Habría que remontarse hasta 1959 para encontrar otra manifestación de estudiantes secundarios tan numerosa. Claro que los contextos eran muy diferentes.

Salvo esporádicos grupos de dirigentes más politizados, los colegios públicos y privados se mantuvieron al margen de las reivindicaciones sociales y políticas de las últimas décadas. Por eso la de ayer parece tan auspiciosa. Es esperanzador comprobar que hay una generación que no perdió el espíritu crítico.

Nadie puede oponerse a una reivindicación tan sentida. Eso explica el acompañamiento de los padres, de muchos docentes y de sindicalistas. Sea que sus hijos vayan a una institución privada o a una pública, todos ellos conocen los daños de la mala educación. Que las consignas hayan sido elementales y con un cierto aire inofensivo permitió que se sumaran otros sectores. El Gobierno tardó en comprobar que la marcha no lo pondría en aprietos. Cuando lo hizo, abandonó la actitud hostil de patotear a los colegios con supervisores y se abrió al diálogo.

Es cierto que lo de ayer no fue igual a las movilizaciones de Chile, pero la comparación sería injusta. Empezando, justamente, por el nivel de educación de ambos países. Lo que debe resaltarse es el despertar de una causa noble y la ruptura con una tradición de apatía que está integrada al genoma de nuestra colectividad.

Terminada la marcha, habrá que vencer otro de nuestros rasgos culturales. Como el oparei, que hace que nuestras luchas epopéyicas se disuelvan en el tiempo. O la constatación de la complejidad de los cambios esperados. O que ellos estarán en manos de los políticos de hoy. O que el Presupuesto Nacional 2016 no será muy diferente al actual. Pero el pesimismo no debe vencernos. Basta recordar que, hasta hace unas pocas semanas, nadie soñaba con esta movilización.

En todo caso, prefiero quedarme con la ilusión que son estos los jóvenes que serán capaces de iniciar los cambios estructurales requeridos por la educación paraguaya y no los que ya se entregaron a un patético statu quo de mediocridad. Porque en estos días también fuimos testigos de un hecho insólito en sentido contrario. Por primera vez, en sus 126 años de existencia, la Universidad Nacional de Asunción tuvo su Rectorado allanado por un fiscal que buscaba evidencias de una escandalosa corrupción. Y buena parte del estudiantado universitario se mantuvo en incómodo silencio. Hubo incluso un comunicado a favor del rector –del Centro de Estudiantes de Derecho– que quedará en los anales de la vergüenza académica.

Definitivamente prefiero dejarme envolver por el optimismo que exhalaba la marcha de los jóvenes que ayer tomaron las calles.

Más contenido de esta sección
Las ventas al público en los comercios pyme de Argentina cayeron un 25,5% interanual en febrero pasado, golpeadas por la pérdida de poder adquisitivo de los consumidores a causa de la elevadísima inflación, y acumulan un declive del 27% en el primer bimestre del año, según un informe sectorial difundido este domingo.
El mandatario decidió crear el fondo nacional de alimentación escolar esperando un apoyo total, pues quién se animaría a rechazar un plato de comida para el 100% de los niños escolarizados en el país durante todo el año.
Un gran alivio produjo en los usuarios la noticia de la rescisión del contrato con la empresa Parxin y que inmediatamente se iniciaría el proceso de término de la concesión del estacionamiento tarifado en la ciudad de Asunción. La suspensión no debe ser un elemento de distracción, que nos lleve a olvidar la vergonzosa improvisación con la que se administra la capital; así como tampoco el hecho de que la administración municipal carece de un plan para resolver el tránsito y para dar alternativas de movilidad para la ciudadanía.
Sin educación no habrá un Paraguay con desarrollo, bienestar e igualdad. Por esto, cuando se reclama y exige transparencia absoluta en la gestión de los recursos para la educación, como es el caso de los fondos que provienen de la compensación por la cesión de energía de Itaipú, se trata de una legítima preocupación. Después de más de una década los resultados de la administración del Fonacide son negativos, así como también resalta en esta línea la falta de confianza de la ciudadanía respecto a la gestión de los millonarios recursos.
En el Paraguay, pareciera que los tribunales de sentencia tienen prohibido absolver a los acusados, por lo menos en algunos casos mediáticos. Y, si acaso algunos jueces tienen la osadía de hacerlo, la misma Corte Suprema los manda al frezzer, sacándolos de los juicios más sonados.
Con la impunidad de siempre, de toda la vida, el senador colorado en situación de retiro, Kalé Galaverna dijo el otro día: “Si los políticos no conseguimos cargos para familiares o amigos, somos considerados inútiles. En mi vida política, he conseguido unos cinco mil a seis mil cargos en el Estado...”. El político había justificado así la cuestión del nepotismo, el tema del momento.