25 mar. 2025

Marcó época en el arco de Cerro y la albirroja

Este era su espacio; ahora que nos dejó, Artemio Villanueva ya es parte de la gran historia de nuestro fútbol.

Artemio Villanueva ha sido uno de los más destacados goleros del fútbol paraguayo en la década de los sesenta y setenta. Incluso en pleno imperio del conocido como el “Arquero de América”, Raimundo Aguilera, fue al lado de él la figura más representativa de la función de arquero en el balompié nacional en su tiempo.

En la recordada eliminatoria del Mundial de México 1970, en la que la albirroja ganó todos sus partidos de local y visitante, perdiendo solo con el posterior campeón mundial, Brasil, compartió el cuidado de la valla guaraní con Aguilera, y cuando este se lesionó en Asunción, frente a Brasil, jugó como titular en los triunfos ante Colombia y Venezuela. Antes ya, en 1967, había jugado por la selección en el Sudamericano de Montevideo.

Su gran amor deportivo fue Cerro Porteño. Fue azulgrana de cuna, como toda su familia. Allí se inició, cuando tenía 15 años, en las categorías formativas, y ya fue internacional formando parte, como golero titular, de aquel formidable grupo subcampeón en el Juventud de América de Colombia, en 1964, dirigido por don César López Fretes. A su regreso, ya se adueñó del arco de Cerro, tomando la posta que le dejó Críspulo Silva. A nivel de Libertadores, debutó en 1964 en la goleada 7 a 0 del Ciclón frente al Aurora de Cochabamba, Bolivia.

Fue titular insustituible hasta 1971. En ese lapso ganó dos títulos mayores del fútbol paraguayo. En 1966 se laureó con el equipo dirigido por el argentino Mario Fortunato, que también integraban Benicio Ramírez, Ángel Báez, Ramón González y Salvador Breglia; Pablo Rojas, Epifanio Medina, Juan Francisco Riveros, Juan Carlos Rojas, Basiano Rojas y Celino Mora.

De nuevo se consagró con la escuadra dirigida por el brasileño Marcos Pavlovsky en 1970, que hizo popular el dicho “El Ciclón arrasa”. Lo acompañaron Héctor Rubén Santamaría, Justiniano Enciso, Antonio Gavilán, Valentín Mendoza; Carlos Jara Saguier, Mario Jacquet, Saturnino Arrúa, Pedro Alcides Bareiro, Hugo Arsenio González y Severiano Irala.

También alternaban en aquel cuadro formidable Miguel Ángel Sosa, José Da Silva y Jorge Adalberto Escobar. Juvencio Osorio igualmente ya estaba en el plantel.

Tras la Libertadores de 1972 fue transferido al Independiente Santa Fe, de Bogotá, donde militó por dos temporadas, pasando por otras dos al Independiente Medellín y una más por el Bucaramanga.

Se despidió en 1977, a los 32 años, defendiendo solo en un partido a Atlético Tembetary, cuando este estuvo en la categoría máxima.

Artemio Villanueva nació el 11 de setiembre de 1945. Su carácter tranquilo, reflexivo y de gran sensibilidad, pronto despertó en él el interés por la literatura. Y fue así que empezó a destacarse, respecto al grupo de compañeros en las concentraciones, al preferir la meditación conducente a la inspiración poética. Y aprovechaba el tiempo para escribir. Estando en plena carrera futbolística, incluso en el apogeo de su gestión en el arco de Cerro Porteño, lanzó su primera obra, un poemario, que tuvo la satisfacción de que lo presente un grande de las letras paraguayas, el doctor José-Luis Appleyard.

Este comentó, en la ocasión, que había participado incontables veces en presentaciones de libros, pero ninguna tan singular como aquella, en la que incluso hinchas de Cerro Porteño dieron un marco festivo y de celebración, al estilo futbolístico, a este logro en la carrera literaria de Artemio.

El diario La Tribuna, uno de los principales de aquella época, publicó una nota especial remarcando el hecho de ser protagonistas un arquero y dos poetas, con camisetas (Appleyard era hincha del Ciclón, igualmente), y le dedicó unos versos al arquero de su equipo en la ocasión.

Después publicaría otras obras, ya habiendo dejado el fútbol, cuando se entregó de lleno a la tarea de comunicador deportivo y empezó a rescatar las vivencias de grandes, no solo del más popular de los deportes sino de distintas disciplinas (basquetbolistas, nadadores, salonistas, boxeadores, atletas...).

Ya en los últimos tiempos, se preocupó también por hacerlos conocer en el mundo, y fue seguramente el más fecundo de los colaboradores paraguayos del portal Wikipedia.

Al respecto deja esta otra llamativa anécdota: escribió sobre decenas de jugadores; basta poner el nombre de una figura del deporte paraguayo en el buscador del sitio, para apreciar su trabajo. Pero si ponemos “Artemio Villanueva”, solo le encontraremos como autor de biografías y no como un gran triunfador del fútbol, pues nunca escribió sobre sí mismo.

UN LANZAMIENTO DE LIBRO ATÍPICO Y CON HINCHADA