Por Patricia Carolina Benítez
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María José Miranda Ugarriza (46) es coordinadora de las debutantes para la fiesta de primavera del Club Centenario desde hace más de diez años. Fue Miss Paraguay en 1987 y actualmente trabaja con el Grupo Bahía, en el área de Márketing. Asegura que su mayor pasión es viajar.
–¿Cómo se involucró con los ensayos de debut?
–Fue algo bastante fortuito, integraba la Comisión de Eventos y como no teníamos nadie que pudiera dedicarse a los ensayos me propusieron hacer la coordinación.
–¿Recuerda cómo fue su primera fiesta?
–Las noches antes del evento yo no dormía pensando en la responsabilidad que me encomendaron, pero menos mal todo salió bien.
–¿En qué consiste el trabajo que realiza con las chicas?
–Consiste en dar a las niñas clases de caminata y postura, cómo caminar elegantemente, la vista, la sonrisa y los gestos. También trabajamos con la bajada de la escalera, que constituye el mayor pánico de las chicas.
–¿Hay anécdotas que recuerde?
–Siempre hay anécdotas, yo siempre me encargo de bendecir la escalera, le tiro agua bendita como para que las nenas tengan más seguridad. De repente ocurren resbalones o tropezones por la forma de los vestidos y los nervios.
–¿Cuántos hijos tiene?
–Tengo 2 hijos varones, uno de 13 y otro de 17, por eso yo considero que las debutantes son como mis hijas.
–¿Realiza otra actividad laboral?
–Estoy en el Grupo Bahía, y me encargo de las evaluaciones generales de las estaciones de servicio.
–¿Qué estudios tiene?
–Me recibí de relacionista pública e hice un montón de cursos sobre márketing y administración.
–¿Tiene algún hobby?
–Sí, varios. Me gusta correr, andar en bicicleta y jugar tenis. Lastimosamente, no hay tiempo para todo.
–¿Cómo fue su fiesta de debut?
–Totalmente diferente a lo que es ahora. Antes no había ensayos, solo se venía para debutar, pero para mí fue una linda y divertidísima experiencia. Por eso siempre recomiendo a las chicas que aprovechen y vivan cada instante de su debut.
–¿Cómo son los debuts ahora?
–Ahora hay mucha más preparación en todo sentido, hay más debutantes, el club se prepara de otra manera y las chicas se animan a cosas nuevas.
–¿Qué la hace sentirse orgullosa?
–Como a toda madre, los hijos son los que me llenan de vida, el tenerlos sanos y alegres. Mientras ellos estén así, todo estará bien. Y si a eso se suma que te guste tu trabajo y tengas una vida feliz, a esto se puede llamar éxito.
–¿Tiene sueños por cumplir?
–Tener tiempo para viajar más sería un sueño pendiente.
–¿El haber sido electa Miss Paraguay en 1987 influyó en su vida?
–Sí, la gente se acuerda de mí hasta hoy. Hace poco en Ciudad del Este una persona me reconoció por mi nombre, y para mí, esas son pequeñas alegrías que uno recibe.
–¿Tiene alguna filosofía de vida?
–No hacer el mal a nadie. Si uno hace el bien, pasan cosas buenas, y si uno hace el mal, te ocurren cosas malas. Como se suele decir, “en vida se paga”.