María Livia afirma que recibe mensajes de la Virgen María desde principios de 1990. Primeramente, las revelaciones fueron privadas. Posteriormente, a inicios del nuevo milenio, comenta que a instancias de los mensajes dados a ella en cuerpo y alma por la madre de Jesús de los católicos, ella fue hasta Tres Cerritos para erigir un santuario en su honor. La familia propietaria del sitio –sostienen los allegados a la sanadora– donó la propiedad.
En el 2001 ella comenzó a asistir todos los sábados a ese sitio para recibir las revelaciones de la Virgen y –aclara– para hacer de intercesora y conceder todos los favores que los creyentes soliciten a la Virgen.
A medida que los peregrinos ascienden el cerro, una locutora recuerda que en marzo del 2007 María Livia dio una respuesta afirmativa a la solicitud hecha en diciembre del 2006 por la Arquidiócesis de Salta para que ella no ocupe el lugar central en la explanada, donde sostiene recibe el mensaje divino. En su reemplazo le pidieron que esté una imagen de la Virgen del Cerro.
La relación con la Arquidiócesis salteña y con parte de la población es muy distante y tensa.
La Iglesia solo le permite sacar a luz algunas de las revelaciones. Ellas hablan de la necesidad de conversión de los católicos y de la unión en torno a Jesús.
Un domingo al mes, María Livia da conferencias sobre los mensajes marianos.