José María Marín, ex presidente de la Federación Brasileña de Fútbol y dirigente de la Conmebol, recibió ayer la condena de cuatro años de prisión en los Estados Unidos y el pago de USD 4,5 millones por el Caso FIFA Gate.
Es el primero de los implicados que se declaró inocente en recibir sentencia por parte de la jueza Pamela Chen, quien encabeza el juicio más importante a dirigentes del fútbol por pagos de sobornos y tráfico de influencia.
Se especulaba con una condena de cerca de 10 años de cárcel, mientras que la defensa pedía menos de un año por su elevada edad, 86 años.
Marín había sido detenido en mayo de 2015 en Suiza junto a otros seis ejecutivos de la FIFA. Luego, pasó cinco meses en una prisión en Suiza antes de ser extraditado a los Estados Unidos. El ex futbolista, abogado y político brasileño fue encarcelado inmediatamente después de su sentencia el 22 de diciembre por seis cargos de crimen organizado (1), lavado de dinero (2) y fraude bancario (3).
Los 13 meses que pasó tras las rejas serán tenidos en cuenta, además recibirá un crédito de 14% por buen comportamiento, por lo que sus abogados estiman que pasará 28 meses.
Detalles del juicio. Cuando estaba siendo juzgado el brasileño se descontroló. Según informó el sitio Globoesporte, Marín se quebró al hablar de su esposa, Neusa, de 79 años. “Jesús cargó una cruz. Yo llevo dos, la mía y la de mi mujer”, declaró antes de comenzar a gritar en medio de un llanto descontrolado.
El sitio brasileño detalla que el intérprete designado no pudo seguir su desaforado discurso y la jueza se vio obligada a llamar a un receso.
Según la Fiscalía, Marín recibió en total USD 6,5 millones en coimas por parte de empresas privadas.