La presidenta de la Comisión de Gestión de Marina Cué, Martina Paredes, subrayó que el veto presidencial les tomó de sorpresa, ya que Mario Abdo les había prometido que iba a promulgar la ley de expropiación.
“A nosotros nos llamó muchísimo la atención el veto presidencial, porque el presidente dijo que iba buscar cicatrizar las heridas, que iba a traer paz social, pero nos jodió totalmente... sentimos que nos traicionó, porque fue una cuchillada por la espalda, y reabrieron las heridas... No olvidamos las 17 personas asesinadas, fueron once campesinos y seis policías, y los policías también son hijos y hermanos de campesinos, eso fue pobres contra pobres, y pensamos que el presidente quería traer algo de paz y tranquilidad, porque hasta ahora no hay justicia en Marina Cué”, dijo Martina.
La dirigente señaló que el veto presidencial lastimó a la comunidad porque el mandatario ya había dicho que iba a promulgar la ley de expropiación, pero sorpresivamente cambió de parecer.
“Este veto total nos lastimó, porque el presidente ya había festejado, había hablado, y hasta su asesor jurídico se fue a festejar y salir en la foto con nosotros, y no sé qué pasó después ahí... El presidente nos preguntó a nosotros si queríamos venir a Asunción o ir él a Curuguaty para la firma de la promulgación de la ley, así estábamos y de repente todo cambió”, lamentó.
RATIFICACIÓN. La presidenta de la Comisión manifestó que seguirán en vigilia en las plazas frente al Congreso esperando que se rechace el veto presidencial, y solicitó a los parlamentarios que mantengan su voto a favor de la expropiación de tierras.
“Esperamos que los diputados nos devuelvan la esperanza y confianza, porque ya no sabemos en quién confiar, les pedimos que así como votaron el 17 de diciembre de 2020, que se pronuncien a favor de Marina Cué”, dijo.
Indicó que uno de los supuestos argumentos contra la expropiación es que sería como una forma de avalar la invasión de reservas, lo que consideró un error porque el proyecto de ley de expropiación propone un canje y el asentamiento planea reforestar, no deforestar.
“A nosotros, los campesinos, nos quieren tratar de deforestadores, pero los parlamentarios, empresarios sojeros y ganaderos, son ellos los que destruyen día a día miles de hectáreas de bosques, mientras que nosotros cuidamos; por eso hablamos de formar una comunidad modelo, cuidar la naturaleza. También nos preocupa la deforestación que existe para plantar soja y hasta marihuana”, señaló en alusión al operativo de la Senad que halló marihuana en la Reserva Morombí.
Martina Paredes calificó de discriminadoras y racistas a las instituciones que los señalan como deforestadores, e instó a que vayan al lugar, especialmente a la gente del Instituto Forestal Nacional (Infona).
“Nosotros les invitamos a todas las autoridades para que vayan a Marina Cué y la gente de Infona nunca se fue, yo vi que dijeron que fueron una vez y nosotros le corrimos, eso es mentira, nosotros tenemos la buena predisposición para mostrar a la gente cómo es Marina Cué, cómo estamos trabajando y lo que queremos cuidar, porque lo poco que hay ahí, las dos o tres hectáreas de cada parcela queremos cuidar y reforestar”, manifestó.
Las tierras de Marina Cué fueron el escenario de la masacre ocurrida el 15 de junio de 2012, que derivó en la destitución de Fernando Lugo como presidente de la República. Hoy las familias de las víctimas esperan justicia a casi nueve años de la masacre.
El presidente dijo que iba buscar cicatrizar las heridas, que iba a traer paz social, pero nos jodió totalmente.
Martina Paredes,
presidenta de Comisión.