El medio uruguayo El Observador se hizo eco nuevamente del caso de Sebastián Marset, el presunto líder de la organización criminal desbaratada en el Operativo A Ultranza PY. Esta vez, señaló que el prófugo salió de Paraguay porque ya presumía que iba a ser investigado por narcotráfico.
Posteriormente, el procesado fue detenido en Dubái el 10 de setiembre de 2021 cuando intentaba viajar a Turquía, a causa de que portaba un pasaporte paraguayo falso.
En ese sentido, se señala que fue el empresario Mauricio Schwartzman quien tramitó el documento en Paraguay y que este último coincidentemente fue asesinado por sicarios el 12 de setiembre de 2021, a solo dos días de la detención de Marset.
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Autoridades paraguayas ya habían sindicado al uruguayo como supuesto autor moral del crimen de Schwartzman, debido a que la estructura criminal lo responsabilizó por la detención de Marset. Mientras tanto, desde la clandestinidad, el mismo se desmarcó del asesinato a través de un video en el que daba su versión.
En busca de su libertad
En la publicación de este sábado del medio uruguayo se indica también que, tras algunas conversaciones telefónicas del presunto narcotraficante, interceptadas por la Policía Nacional, se constató que su opción principal para obtener su libertad en Dubái era conseguir el pasaporte uruguayo legal.
Por ello, durante una comunicación con su socio Miguel Ángel Insfrán, alias Tío Rico, quien también es investigado en A Ultranza PY, Marset le explicó que la estrategia era “argumentar que fue víctima de una estafa y que el gestor (Schwartzman) le había mentido”.
Otra opción que sostenía era conseguir que la diplomacia de Paraguay intercediera por él ante las autoridades judiciales emiratíes para decir que el pasaporte era “original” o que había sido emitido en Paraguay, responsabilizando al gestor o a la Dirección de Migraciones.
En tanto, al afrontar juicio oral Sebastián Marset fue absuelto el 28 de diciembre de 2021 y poco después obtuvo su libertad. Esto, tras utilizar como elemento probatorio una carta del departamento consular de la Embajada de Uruguay en Emiratos Árabes Unidos, que había sido solicitada por su abogado, Alejandro Balbi.
El documento, que estaba escrito en inglés y era del 31 de octubre de 2021, aseguraba que el detenido tramitaría un pasaporte uruguayo una vez que salga de prisión, “aunque no saben si lo obtendrá porque es el Ministerio del Interior el que debe autorizarlo”.
Además, aseguraba que, si el uruguayo necesitaba retornar inmediatamente a Uruguay, “le proporcionarán un documento de viaje que lo habilite a volver por una sola vez”.
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De esta manera, el abogado de Marset argumentó en el juicio que su cliente no tenía necesidad de usar un pasaporte falso “porque podía obtener el uruguayo de forma legal” y que “tampoco podían probar que supiera que el documento paraguayo que estaba usando era apócrifo”.
Antes de salir de prisión, Sebastián Marset consiguió su pasaporte legal de Uruguay y las razones de ello no quedaron claras en todo el expediente, además de que su abogado hizo “gestiones para que se lo entregaran de forma urgente”, afirma también El Observador.
Por el caso del pasaporte de Uruguay que consiguió el procesado, el ministro del Interior de dicho país, Luis Alberto Heber, y el de Relaciones Exteriores, Francisco Bustillo, fueron interpelados en agosto pasado, para explicar a la Cámara de Senadores las razones por las que se entregó la documentación al prófugo.
Pensaba volver a Paraguay
Finalmente, el medio refiere que mientras estaba por ser liberado, el presunto narcotraficante pretendía volver a Paraguay, pero que lo descartó porque ya estaba siendo procesado por narcotráfico, mientras que a Uruguay no quería regresar porque “había una averiguación de paradero en curso” en su contra.
Esto se reveló también mediante una conversación interceptada que mantuvo con el ex asistente fiscal de la unidad antidroga del Ministerio Público, José Estigarribia, quien también aparece en las investigaciones como administrador, testaferro y organizador del esquema liderado por el uruguayo.
Según un informe de la Unidad de Investigación Sensitiva (SIU) de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), realizado en el marco de la operación Arai, que dio pie a la operación A Ultranza Paraguay, Estigarribia, tuvo activa participación en el esquema e incluso fue quien alertó a Marset sobre las investigaciones en su contra.
Sebastián Enrique Marset Cabrera es un joven de 30 años que se dedicó a la música como cantante, compositor y productor, además de ser organizador de varios conciertos. También formó parte del plantel del Club Deportivo Capiatá de nuestro país, y ahora es investigado como jefe de una organización criminal dedicada al narcotráfico y al lavado de dinero a nivel internacional.
Además de ser sospechoso del asesinato del empresario Mauricio Schwartzman, el Gobierno de Colombia lo sindicó en su momento como el cerebro del crimen del fiscal paraguayo especializado en crimen organizado Marcelo Pecci, quien fue asesinado en mayo de 2022 por sicarios mientras se encontraba en Colombia.
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Antes de su muerte, en marzo de este mismo año, Pecci estaba al frente de la investigación del asesinato de Schwartzman y había afirmado que el caso tendría relación con el tráfico de drogas. Dijo que se manejaba la información de que los investigados en el megaoperativo A Ultranza PY, entre ellos Marset, pudieron haber ordenado el crimen.
Actualmente, Marset se encuentra prófugo y cuenta con orden de captura en el marco del operativo A Ultranza Paraguay. En agosto pasado, desde la clandestinidad se pronunció a través de videos, donde negó estar implicado en ambas muertes.