Según la Fiscalía, no se encontró nada ilegal en las actuaciones. En la causa estaban siendo investigados el abogado de Marset, Alejandro Balbi, y varios funcionarios de Cancillería, entre los que estaba la cónsul uruguaya en Emiratos Árabes, Fiorella Prado, además de otros.
El 10 de setiembre del 2021, cayó detenido Marset, buscado en nuestro país por supuestamente liderar un esquema de tráfico de drogas y lavado de dinero.
Él estaba queriendo viajar a Atenas, Grecia, con el pasaporte de contenido falso.
Esta captura fue comunicada por el encargado de Negocios de la Embajada de Paraguay en Qatar, a la sección consular de Uruguay, que funcionaba en Abu Dabi.
Prado, el 14 de setiembre, comunicó la detención a la canciller y ella acompañó la detención y fiscalizó que Marset tenga las condiciones de detención adecuadas.
Todo esto le fue a su vez comunicado al embajador Álvaro Ceriani y a la Dirección para Asuntos Consulares de la Cancillería.
Según concluyó el fiscal Alejandro Machado, las funciones de Prado y de Ceriani “se enmarcó dentro de las funciones habituales de asistencia consular a un compatriota detenido en el exterior”. Además, el documento sostiene que “no surgieron elementos que permitan sustentar que los imputados hayan incurrido en conductas merecedoras de reproche penal”.
Un Tribunal de Apelación de Emiratos Árabes absolvió el año pasado a Marset, alegando que él no incurrió en delitos, puesto que desconocía que el pasaporte era falso.
Hoy sigue prófugo por el caso A Ultranza.