Marta Lafuente había renunciado a la titularidad de la cartera educativa (2013-2016), luego de fuertes protestas estudiantiles que incluyeron casi un centenar de tomas de colegios públicos en todo el territorio nacional.
Recientemente, fue una de las presentadoras del libro Financiamiento Público de la Educación en Paraguay, lanzado por el Observatorio Educativo Ciudadano.
Luego de esta presentación, conversó unos minutos con Última Hora sobre algunos lineamientos administrativos que deben darse en los próximos años, los proyectos que dejó y que siguen sin culminarse. Explicó que quien esté al frente de la cartera educativa debe dejar de lado los discursos en contra de sus antecesores para centrarse en crear más proyectos en beneficio de la inclusión escolar desde la primera infancia.
Consultada sobre qué debe hacerse desde el MEC para mejorar la educación, alegó que “falta un poco de madurez política y dejar de ser tan histriónico”. Alegó que “hay que hablar menos de ministros, dedicarse más al trabajo. Si querés fama, hay otros lugares donde se consigue con más rapidez y éxito”, tiró.
Agregó que prefiere no referirse sobre este punto ni a Eduardo Petta, actual ministro, ni a nadie en particular.
“Nosotros formulamos nueve proyectos, no hay ningún proyecto nuevo (en el MEC). Cambian más los discursos, los planes no tanto”, observó.
De los programas ejecutados a través del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI), casi todos continúan ejecutándose luego de cinco años de formularse. “Es mucha puesta en escena y de discurso, pero si uno observa, se critica, se cambian algunos términos y condiciones de la licitación, pero el proyecto continúa”, lanzó.
Visión actual. En el marco del financiamiento educativo, la ex secretaria de Estado reflexionó que existe una nueva concepción en el enfoque de derechos cuando se habla de educación. “Asumir la educación como un derecho es una nueva manera de comprender el lugar que tiene la educación en la vida humana”.
Todo el financiamiento público hacia el sector debe tener en cuenta este nuevo enfoque para mediano y largo plazo, según su parecer. “Nosotros hicimos proyectos y planes que son los primeros, no solo para el sector, sino para todo el Estado en los noventa”, dijo. Sin embargo, la estadística marca una tendencia de deserción escolar antes que de inclusión entre el 2006 y el 2016.
“En general, las planificaciones de largo plazo y de futuro no han sido acompañados de un cálculo unitario de la proyección del aumento que habría que hacer en educación”, refirió.
PIB. Según Lafuente, el producto interno bruto que debe asegurarse para el sector, desde recomendaciones de la Unesco, tienen sus pros y contras. “Es una dificultad muy grande para países en desarrollo, mientras que para algunas naciones es un techo”. La Unesco recomienda invertir 7% como mínimo, pero análisis locales aseguran que para 2030 debe llegar a 9,8% del PIB. “Los cambios no se van a ver en una gestión o dos, por lo que de nada sirve atacar a nadie”, alegó.