La pelea entre el legislador colorado Martín Arévalo y el director de Aduanas, Julio Fernández, sigue públicamente entre acusaciones y denuncias sobre pedidos de supuestos favores políticos.
El senador colorado brindó una conferencia de prensa este lunes y presentó su denuncia contra el director de Aduanas, Julio Fernández, por supuestos hechos de corrupción en plena pandemia.
En su intento por defenderse de la denuncia por tráfico de influencias, Arévalo dio a conocer que Fernández, supuestamente, le solicitó incluir una modificación en la ley que impide que todas las instituciones tengan bonificaciones en la pandemia.
“Él me llama y me envía un proyecto y me dice: ‘Senador, acá los funcionarios me piden y queremos ser incluidos en ese proyecto porque están trabajando en todo el país para recibir los insumos de salud’. Y, ¿qué significa eso? Más salarios para los aduaneros”, expresó Arévalo.
El senador sostuvo que, si el titular de Aduanas lo acusa de supuesto tráfico de influencias por pedir el traslado de funcionarios de Aduanas, “la cuestión es más seria” contra Fernández, porque este le “pidió bonificaciones para 5.000 funcionarios”.
Arévalo aprovechó la conferencia para presentar audios, capturas de conversaciones de WhatsApp, entre otros documentos, que supuestamente evidencian el pedido de Fernández sobre el tema.
Además, acusó a Fernández de haber solicitado “parar con las denuncias” que realizaron en su momento los diputados: Celeste Amarilla, Kattya González, Sebastián García, Sebastián Villarejo, entre otros, sobre las irregularidades en los primeros insumos chinos que se compraron ante el inicio de la pandemia.
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“Por teléfono me llama y me pide que salga a acallar a los diputados y que el Senado salga y les enfrente. Este señor no quiere que se le denuncie”, reveló.
El parlamentario argumentó que no dio a conocer antes sobre este caso, ya que se le “había perdido su celular”, pero pudo recuperar esas evidencias.
Asimismo, Arévalo denunció otros supuestos hechos irregulares sobre una denuncia que se recibió de Ciudad del Este, donde una empresa vinculada al rubro de combustibles debía pagar G. 61.000 millones, pero terminó pagando solo G. 3.900 millones.
También reveló que una empresa importadora de vehículos debía pagar USD 5 millones por el arancel de vehículos nafteros, pero después de una discusión se acordó pasar como vehículos flex con arancel de cero guaraníes.
“Aquí estamos ante una denuncia por hechos de corrupción donde no se quiere la transparencia de su institución”, agregó.
Denuncia presentada por Fernández
La denuncia que fue radicada por Julio Fernández contra Martín Arévalo por supuesto tráfico de influencias, implican al senador por pedir la supuesta promoción de dos funcionarios a cargos superiores. Los funcionarios fueron identificados como Luis Pereira y Miguel Medina.
El senador evadió la consulta sobre si pidió o no la promoción de los funcionarios, pero aclaró que sí conoce a ambos. También argumentó que los mensajes que dio a conocer Fernández como prueba ante la Fiscalía pudieron ser montados.
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“Acá hay una cuestión política para hacer un arreglo político. No me pueden acusar de deshonesto y lo que quieren es desprestigiarme y yo creo en la verdad. Soy una persona que no tiene ni cuenta bancaria. Después de casi 30 años en el servicio público tengo una linda casa y un lindo vehículo. Tengo dos hijos y no tengo estancia. Acá quieren a un senador que se calle o se adecue a la rosca y a la mafia”, sostuvo Arévalo.
Julio Fernández también acusa a Martín Arévalo de haber intervenido en sumarios administrativos, como también pidió la intermediación para devolver mercaderías incautadas a un ciudadano árabe. Este proceso se encuentra abierto ante el Ministerio Público por contrabando.
Supuestamente, el senador llamó a otra funcionaria con el objetivo de liberar la carga de sus amigos, señalando a un ciudadano de nombre Ahmad Khalil Chams como el supuesto propietario de la mercadería catalogada como de contrabando por Aduanas.
Para Arévalo, la incautación de estas mercaderías fue sumamente irregular, ya que desde Aduanas alegaron que el contenedor con las mercaderías por valor de USD 3 millones fueron robados en un asalto tipo comando, que se llevó gran parte de la mercadería.
El senador calificó que Fernández intenta disfrazar el hecho como un “robo”, ya que hasta la fecha no hay detenidos en el caso y tampoco existen evidencias del supuesto atraco.
“El Estado paraguayo fue robado por esta situación, y es tan fácil robar por USD 3 millones, y ahora me quieren censurar y por eso piden mi pérdida de investidura”, concluyó el senador.