“El impacto directo es el daño a la biodiversidad. Hubo destrucción del hábitat de un centenar de animales de diferentes especies que en su mayoría son la primera base alimenticia de muchas aves migratorias que utilizan el sitio”, detalló el director de prevención de incendios de la Municipalidad de Asunción, Alejandro Buzó.
Con el incendio de ayer son más de 20 episodios en la zona de la Bahía en lo que va del año, y el tercero de grandes proporciones, detalló Buzó. Estimó que son 60 hectáreas dañadas, aproximadamente. Dicho dato será corroborado en la inspección que se prevé para hoy.
Para controlar la magnitud de la quema se tuvo el acompañamiento de cerca de seis compañías de bomberos. También intervinieron personal de la brigada forestal de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y técnicos del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), según Buzó.
Ocupaciones. Funcionarios de la Comuna estiman que la quema desatada en el incendio podría ser una represalia.
En la semana la Comuna de Asunción presentó una denuncia por delitos ambientales, en la citada zona ante el Ministerio Público.
El director de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Asunción, Ivo Brun, dijo que en total en la Fiscalía existen cuatro carpetas con denuncias por casos ocupación en el banco San Miguel, mala disposición de residuos sólidos y quemas.
Campaña. El mes de agosto es estadísticamente es el mes más seco. La humedad relativa es bastante baja, también las precipitaciones son escasas y hay una predominancia del viento norte, con velocidad superior a los 30 km/h por lo que todas estas condiciones son propicias para la propagación de quemas y convertirse en incendios. Así lo detalló el director de la Dirección Nacional de Cambio Climático del Mades, Ulises Lovera.
Ante esto, indicó que lanzaron a principios de este mes la campaña #AniRehaPy #NoQuemesPy que busca crear conciencia en la población sobre las consecuencias que traen los incendios rurales y forestales, tanto para el ambiente, como para la salud de las personas.
Lovera recordó que entre el 2019, entre agosto y primera quincena de octubre, se quemaron 325.000 hectáreas de bosques, de acuerdo con el reposte del Instituto Nacional Forestal.
Si bien esta es la peor temporada para las quemas, ya sean prescriptas, desde la vigencia de la Ley 4014/10 “de prevención y control de incendios” indicó que no hay prohibiciones para temporada de quema, sino una reglamentación y no un régimen apropiado de control.
Consideró la importancia de modificar la normativa para establecer a varias autoridades de aplicación para el control, además de establecer los mecanismos de combate y prevención, no solo la modalidad de quema prescripta.
Actualmente la normativa asigna como coordinadora a la Red Paraguaya de Prevención, Monitoreo y Control de Incendios, integrada por la Universidad Nacional de Asunción y los Municipios. Afirmó que si bien las Municipalidades no pueden estar fuera del proceso, se necesita la articulación de autoridades nacionales para coordinar acciones.