A pura fuerza de voluntad y con varios pronósticos en contra, 31 valientes funcionarios de supermercados vivieron ayer la culminación de un sueño que se les había postergado durante gran parte de sus vidas: Terminar la secundaria.
Un total de 31 trabajadores de las cadenas de supermercados Stock y Superseis celebraron ayer el acto de graduación de sus estudios secundarios, fruto de un convenio entre estas empresas y el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Además, 11 trabajadores jóvenes y adultos terminaron la escolar básica mediante el programa, que se inició en estos supermercados en el 2009.
Historia. Carmen Giménez (40) vivió durante gran parte de su vida con una pesada carga, que no la dejaba estar en paz consigo misma, según comentó. Terminar la secundaria era uno de sus sueños incumplidos hasta ayer, luego de verse obligada a abandonar la escuela en el sexto grado.
“Nací en Concepción y como éramos 12 hermanos mi papá solo podía costear nuestra educación hasta el sexto grado, así que al terminar esta etapa vinimos a buscar trabajo en la ciudad”, comentó.
Giménez expresó que ser madre y trabajadora a tiempo completo no le impidió seguir el anhelado sueño de conseguir el cartón de la media. “Tuve que dejar un semestre el año pasado porque no tenía quien iba a cuidar a mi hijo, que tiene una discapacidad, pero luego retomé y aquí estoy”.
Ella tiene 7 años y 9 meses de antigüedad en el Superseis El Portal de Loma Pytá y se desempeña como repositora de frutas y verduras.
Derecho. En el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, que se conmemoró ayer, la directora de Educación Permanente, María Inés Flecha, recordó que la educación es un derecho que debe ser impostergable y que al fin se cumple con los estudiantes recibidos. “La educación es vital porque a través de este derecho se conocen y acceden a los demás”, dijo, y reconoció la deuda pendiente del Estado en esta materia.
El programa de educación adulta es presencial y a distancia. El programa de estudios es similar al regular en la escolar básica y la media, con algunas adecuaciones como en lo que respecta a horarios.
El acuerdo entre las empresas y el MEC permitió que más de 40 empleados que no habían culminado la educación media puedan hacerlo a través de clases que se dieron en espacios dentro de los supermercados.