Si bien la promesa que la gente tendría más dinero en el bolsillo es algo difícil de creer, una buena cantidad de paraguayos le tomó la palabra empeñada al actual presidente del Ejecutivo, Santiago Peña, y están expectantes de su cumplimiento en la brevedad posible.
Ya pasaron los primeros 30 días de gestión de gobierno y la ansiedad de la población por mejorar su situación económica va en aumento. Hasta ahora, esta administración dio tímidas señales acerca de qué y cómo puede hacer para mejorar la condición de la gente. Los que sí están preocupados son los funcionarios públicos, pues se está registrando casos de desvinculación de un importante número de operarios en las empresas e instituciones públicas. En el caso de estos funcionarios, lo más probable que para fin de año tengan menos dinero en el bolsillo. Existe también un plan para el retiro voluntario de la función pública para aquellos empleados estatales que quieran hacerlo y están en edad próxima a jubilarse. Los empleados estatales que acepten esta propuesta, seguramente, tendrán un poco más de dinero en el bolsillo por un buen tiempo, producto de la indemnización.
Los que sí tendrán más dinero en el bolsillo desde el próximo año son los altos funcionarios del Gobierno. La lista de beneficiarios la encabeza el propio titular del Ejecutivo que desde el año que viene ganará 40 millones de guaraníes, unos siete millones más que el sueldo que recibe este año. El vicepresidente de la República, por su parte, aumentará su salario para el año entrante en tres millones de guaraníes. Los ministros del Poder Ejecutivo ganarán cuatro millones más el año entrante y los viceministros duplican a ocho millones más.
Para este selecto grupo de ciudadanos paraguayos, la promesa presidencial estará plenamente cumplida desde el 2024. Los que aún no se sabe es cuándo alcanzará la promesa a la mayoría de los asalariados y cuentapropistas que también están ansiosos por mejorar sus ingresos.
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) hasta el año 2022, el ingreso promedio de los paraguayos con 13 a 15 años de estudios es de 3,4 millones de guaraníes.
Se sabe también que el salario mínimo no llega a 2,7 millones de guaraníes y es el ingreso mensual que un amplio sector de los trabajadores recibe para cubrir sus gastos familiares y personales.
Los números son elocuentes, solo el aumento que recibirá el titular del Ejecutivo duplica al ingreso promedio de un trabajador paraguayo.
El ministro Carlos Fernández Valdovinos justificó ante los parlamentarios y miembros de la Comisión Bicameral del Presupuesto General de la Nación, los aumentos que se están asignando a los altos funcionarios públicos en medio de un plan financiero muy acotado debido a que no se prevén sustancial aumento de los ingresos genuinos del Tesoro, sino apenas una crecimiento para ir cubriendo el crecimiento vegetativo de los gastos estatales.
Sin duda, los funcionarios con altas responsabilidades merecen un salario acorde al trabajo que realizan, en la medida de la capacidad del Tesoro.
Sin embargo, este tipo de mensajes que se envían a la ciudadanía desde el Ejecutivo resultan chocantes y desdibujan los propósitos, atendiendo a que la mayoría de los asalariados y cuentapropistas deben cubrir sus necesidades con apenas el 10% de lo que ganan los altos funcionarios.
El Ejecutivo tiene todavía unos 70 días, para completar 100 días de gobierno y urge que envié señales reales a la población que indiquen una mejora en la situación económica.
Así como la expectativa es alta e intensa, también el desencanto ciudadano puede irrumpir en cualquier momento.
El gobierno debe poner máximo empeño en cumplir sus propuestas.
