José Huidobro, presidente del Centro de Industriales Metalúrgicos (Cime), aplaudió la medida y adelantó que con esto el empleo quedará en el país, además de que el desarrollo industrial le brindará más musculatura al entorno y ganará el país.
Recordó además que en los últimos 13 años, ANDE había llamado a 43 licitaciones, de las cuales solo tres tuvieron resultados favorables para la industria nacional.
Según referencias del sector metalúrgico, la inversión de las industrias pertenecientes a este ámbito fue de USD 8 millones en los últimos tres años, pero solo el 10% de las licitaciones terminaron beneficiando a la producción local, distribuida en más de 100 empresas asociadas al Cime. También se destaca que el sector creció un 5,6% el año pasado, por encima del producto interno bruto (PIB), que se expandió 4,7%.
El decreto en cuestión también dispone que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) tome medidas para que en las contrataciones de la ANDE se contemple que toda modificación, variación y/o transformación de la materia prima deberá ser ejecutada, en calidad de contratista o subcontratista, por empresas paraguayas que cuenten con registro vigente de Riel (Registro Industria en Línea), del Ministerio de Industria y Comercio (MIC).
Huidobro explicó que prácticamente solo con la generación de empleo se equipara la diferencia de precio entre importar torres metálicas de extrazona, y producirlas localmente.
Respecto de la llegada de productos de origen asiático y que ingresan al mercado paraguayo, mencionó que países como China tienen una política industrial muy fuerte, con una serie de ventajas al vender producto terminado, no precisamente materia prima.
El escenario al que aspira el directivo es seguir incentivando el pensamiento de apoyar el desarrollo industrial paraguayo, y que los dividendos queden en el país. “Hay que apostar por no exportar cuero, sino hacer zapatos y venderlos; no exportar granos, sino brindarles valor agregado”, destacó.
Todo eso se traducirá luego, según dijo, en impuestos, seguro social y empleos de calidad no transitorios. “También impuestos aduaneros, muchas cuestiones que quedan en el país. En un análisis económico que desarrollamos, evidenciamos que hay valor agregado y resulta más conveniente que las torres se hagan en el país”, agregó.