Tormenta de vientos fuertes, caída de granizos y una torrencial lluvia se desataron sobre Pilar y otras localidades del golpeado Departamento de Ñeembucú en la madrugada del viernes, dejando como saldo una persona fallecida, inundación, gente atrapada, colapso vial y más daños. En pocas horas se precipitaron 300 mm, creando un verdadero caos en la ciudad.
Las estaciones de bombeo no dieron abasto, y los reservorios fueron rebasados, por lo que por momentos se abrieron las compuertas, ya que el nivel del agua de la ciudad sobrepasaba el del río. Según el Municipio de Pilar, unas 10.000 familias se vieron afectadas; y ante el aumento constante del río Paraguay se activó la alerta amarilla.
Los vecinos de mayor edad de Pilar refieren que nunca se dio algo similar. La Municipalidad y el Gobierno Departamental activaron los protocolos de emergencia, se creó un Centro de Operaciones de Emergencia en la Gobernación, pues el edificio comunal se inundó en planta baja.
Desde el consejo de riesgo alertaban a la población a tomar las precauciones debido a la intensa precipitación, y habilitaron el (0786) 231-130 para llamadas de auxilio.
Piden a los que tengan vehículos que puedan colaborar para trasladar a los afectados. Escuelas y colegios ubicados en zonas altas fueron habilitados para albergues, pues todas las actividades académicas fueron suspendidas.
Fallecido. Mientras se abatía el temporal, el director académico de la Facultad de Ciencias Contables de la UNP, Adolfo Velázquez, se dirigía a su lugar de trabajo en su camioneta, ante la poca visibilidad realizó una maniobra que lo llevó a una cuneta de gran profundidad, donde falleció tras un infarto.
Los vecinos trataron de auxiliarlo, lo llevaron al Hospital del IPS, donde trataron de reanimarlo, pero no se salvó, creando una honda consternación entre universitarios.
Emergencia. Dos ciudades de Misiones ya fueron declaradas en emergencia distrital por sus respectivas juntas municipales: San Ignacio, con 150 familias que fueron evacuadas; y Santa María, por la gran cantidad de familias afectadas por las lluvias. San Juan Bautista, también declaró emergencia para Kokuere que es una de sus compañía que queda del lado de Ñeembucú, allí cerca de 50 familias ya están siendo afectadas. El Municipio envió el primer camión con asistencias en lo que esperan que llegue la SEN.
Crecida. En el asentamiento 29 de octubre de Santa María están siendo asistidas unas 40 familias por la Municipalidad. “En esa zona el río Tebicuary sube rápidamente y hasta el muro que alzamos está por rebasar, nos estamos preparando para una inminente evacuación, las cosas pueden ir empeorando”, refirió el intendente Ramón Sanabria.
Allí dos arroyos cruzan la ruta principal.
Corte de ruta. En un momento dado incluso el tránsito por la ruta número 1 se vio cortado a la altura del arroyo Zárate en San Ignacio por su desborde en el único acceso desde Asunción. La fila de vehículos era impresionante.
Además a consecuencia de las intensas lluvias los pobladores de los barrios periféricos ignacianos, aledaños al segundo arroyo fueron auxiliados por el Municipio. Los damnificados son atendidos en tres refugios, la matadería, donde están pobladores del barrio Resistencia, Pa’i Ycuá, y Santo Ángel; y los colegio Rosa Pérez y Santo Ángel, donde están los vecinos de María Auxiliadora y San Francisco.
GANADERÍA. En el asentamiento 29 de octubre de Santa Rosa, Misiones, varias familias quedaron varadas perdiendo su ganado menor.
Un productor que cosechó 500 kilos de tomate se encuentra preocupado, pues la lluvia imposibilita el paso y no puede sacar su producción.
En Santa Rosa los pobladores de los barrios Pablo Sexto, San José y San Isidro fueron los más afectados, en algunos casos sus viviendas quedaron cargadas de agua, en otros se soltaron de cables del tendido eléctrico, que incluso causó la muerte de una mascota y sembró el miedo en el barrio San Isidro, donde los vecinos montaron guardia bajo la lluvia para evitar que personas se dañaran por el cable. Al cierre de esta edición continuaban las lluvias.