Sin embargo, el monto para inversión física en el próximo año se reduce. Según los números expuestos por el titular de la administración eléctrica, la inversión física (nivel 500), baja en -6,9%, pasando de G. 4.044.343 millones (al 31/08/2024) a G. 3.767.191 millones en 2025.
Sosa detalló además que el próximo año se contempla una donación de Itaipú para la ANDE en el marco de un convenio, y que suma USD 120,4 millones, pero ese monto no pasa por el Presupuesto General de la Nación (PGN).
En cuanto a los mayores gastos, estos se ven especialmente modificados por la compra de energía por USD 827 millones, subiendo 41,5% (ver infografía). En este sentido, los ingresos por venta de energía subirán de G. 9.216.378 millones (al 31 de agosto de 2024) a G. 11.203.856 millones en 2025, un aumento de 21,6%, debido principalmente a la venta de grandes bloques de energía a las criptominerías legales.
Déficit. El propio presidente de la República, Santiago Peña, reconoció que la ANDE necesita una “inversión de cerca de USD 6.000 millones” en su plan de corto y mediano plazo. “Se está invirtiendo a un ritmo de USD 300 millones al año y es ahí donde deberíamos acelerar este proceso a unos USD 500 o USD 600 millones por año”, expresó el mandatario, añadiendo que la ANDE debería ser un emisor regular de deuda para “seguir invirtiendo”.
Por su parte, el ingeniero Sosa admitió en más de una ocasión que la ANDE tiene un plan de inversión en diez años de USD 6.500 millones, relatando que los recursos para ese aspecto en los últimos años fueron apenas en torno a USD 300 millones por año. En el 2023 se llegó a USD 287,3 millones; en el 2022 a los USD 330 millones, y en el 2021 se invirtieron USD 311 millones. “En el 2020, hemos ejecutado USD 270 millones, rompiendo el récord histórico de inversión de la ANDE, alcanzado en el 2014, que fue de USD 126 millones”, había relatado el titular de la administración eléctrica.