El primer bloque en anunciar el rotundo rechazo a la propuesta que establece sanciones por vacunaciones irregulares fue la bancada liderada por el liberal Blas Llano.
Ahora, su correligionario Enrique Salyn Buzarquis también asegura el rechazo total a la iniciativa oficialista.
Hugo Richer, del Frente Guasu, insistió en que la propuesta murió antes de llegar al Congreso, alegando que tiene que ser de consenso.
Sin embargo, Gilberto Apuril, de Hagamos, así como Desirée Masi, del Partido Democrático Progresista (PDP) consideran que se tiene que dar un debate.
Ese había sido justamente el pedido de los representantes del Ejecutivo en una reunión que mantuvieron con la mesa directiva del Senado, y se mostraron abiertos a posibles modificaciones.
Sobre el punto, el titular del Congreso, Óscar Salomón, había señalado que la próxima semana ya se tendría una postura sobre el proyecto.
Desde la bancada de Patria Querida, por un lado, hace una semana, Fidel Zavala había indicado que la propuesta se tenía que retirar.
Stephan Rasmussen, del mismo sector político, en su intervención ante los representantes del Ejecutivo, había sugerido que no se trate a las apuradas, y que se pueda analizar con tiempo.
POSTURAS. “Rechazo total” fue el veredicto que dio Buzarquis al proyecto, y dijo que esa sería la tendencia de la bancada liberal B.
La misma está integrada por Amado Florentín, Víctor Ríos, Carlos Gómez Zelada, Eusebio Ramón Ayala y José Ledesma.
De hecho, Florentín fue uno de los que consultaron al jefe de Gabinete Civil de Marito, Hernán Huttemann, si se manejaba la posibilidad dentro del Ejecutivo de retirar la ley.
“Nosotros, ya anticipamos la crítica y el rechazo. Es más, Frente Guasu firmó el comunicado de la mesa de presidentes de la oposición por el rechazo al proyecto del Ejecutivo”, explicó Hugo Richer.
“Sí, es importante legislar sobre ese tema para pasar la etapa de decidir por decreto, pero el alcance, el contenido difiere mucho de las posibles expectativas. Hay una discusión sobre la constitucionalidad”, sostuvo.
“Sigue siendo como un manotazo. No hay claridad en la estrategia del Ejecutivo ante la crisis sanitaria, económica y social”, remarcó.
“Otra vez, el Ejecutivo envía un proyecto políticamente muerto. Murió antes de que llegue al Congreso porque tiene que formar parte de un consenso”, sentenció.
“Vamos a estudiar punto por punto”, consideró, por su parte, el senador Apuril.