En general los tambos van vendiendo las hembras cuando ya no son aptas para la producción de leche, pero actualmente se van deshaciendo también de animales que aún están en condiciones de cumplir con su función.
“A veces hay animales que no producen mucha leche, pero contribuyen con algo, pero hoy los costos de producción están tan altos que hace que se descarten más rápido”, dijo al respecto el titular de la Asociación de Productores de Leche, Hugo Kehler.
Mencionó que actualmente los gastos para mantener la alimentación de una vaca aumentaron entre 10% y 15%, lo que empuja a varios productores a vender a los frigoríficos las que no producen suficiente leche para compensar los costos. La carne que resulta de este proceso se destina al mercado local, ya que tampoco reúne la calidad exigida para exportación.
En el Chaco la situación es incluso peor. Según Kehler, esta zona enfrenta una sequía prolongada de tres años, a lo que se suma el gasto en la logística para trasladar hasta allí los balanceados que se fabrican en la Región Oriental.
Por cada litro de leche los tambos reciben en este momento entre G. 2.500 y G. 2.800 por litro. De a poco se está ingresando a la temporada de mayor consumo, mientras que algunos productores están interesados en comprar más vaquillas.
Datos del sector. De acuerdo con la Cámara Paraguaya de Industriales Lácteos, hay 5.000 productores a cargo de 195.000 vacas lecheras en el país. Cada una produce en promedio 14 litros al día, según los números publicados en 2019.
Si bien la industria procesa cerca de 1 millón de litros al año, la capacidad instalada es de 2,5 millones.
G. 2.500
por litro reciben aproximadamente los lecheros actualmente. El consumo irá creciendo en invierno.