Néstor Castro, junto con Luis Olmedo Paredes y Arnaldo Quintana, participaron en la mañana de este sábado de una entrevista en el programa La Lupa, emitido por Telefuturo. Castro recordó lo ocurrido aquel 15 de junio del 2012, durante un hecho que derivó en la muerte de 17 personas.
El campesino explicó que en el día de la masacre de Curuguaty tenían acordado mantener una conversación con los intervinientes. “No sabíamos con quién, solo teníamos conocimiento de que era una comitiva fiscal y de policías. Nuestra idea siempre fue llegar a un diálogo”, señaló.
“Sin embargo, ese día desde el amanecer ya rondaba un helicóptero; más tarde, cerca de las 07.00, ya llegó la Policía de un lado. En eso, los compañeros fueron hasta la mitad del camino, porque no queríamos que la Policía llegue hasta nuestras familias. Nosotros queríamos solucionar (la situación) en la entrada del sitio”, mencionó.
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Según Castro, todos los intervinientes estaban armados. “Nosotros no lo esperábamos. El comisario Ever Lovera (uno de los fallecidos) tenía un arma en su pecho y sus custodios fusiles con ametralladoras, armas de alta categoría”, indicó.
Rememoró que, al ver tal situación, varias señoras que vieron las armas corrieron antes de que empezara todo, y que antes de que empiece la conversación se escucharon tres disparos a los lejos.
“Cuando descendíamos para encontrarnos con los intervinientes, nos percatamos que del otro lado venía otra comitiva armada, y ahí las personas se desesperaron. Yo retrocedí, y cuando di la vuelta para arribar, empezaron los tiros: uno, dos, tres tiros; y la respuesta fue el ametrallamiento”, detalló.
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Para los campesinos, no hay certeza de que el primer caído haya sido Lovera, pero sí les consta que las primeras víctimas fueron los labriegos y policías que iban al frente y que quedaron en medio de los disparos.
“Lo que sabemos, son los caídos del frente del lado policial el comisario Ever Lovera y su equipo, de nuestro lado Avelino Espínola, mi hermano y otros compañeros, porque ellos estuvieron en el medio”, apuntó.
Descartó la posibilidad de que ellos iniciaran los disparos, ya que no tenía armas. “Nosotros no teníamos armas, quizás algunos tenían una escopeta y otras armas comunes para cazar animales, que para ellos eran bombas molotov”, agregó.
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“El ametrallamiento ocurrió en segundos, fue muy rápido. Luego fue tiro por tiro. Eso duró casi media hora o más, por eso es que decimos que hubo compañeros que fueron ejecutados, que fueron encontrados al día siguiente de la masacre”, agregó.
Castro manifestó que entre sus reclamos se encuentra la necropsia de los oficiales, a fin de determinar qué balas causaron sus muertes.
“Hubo una confusión, porque del lado de Lovera venía un equipo de Ciudad del Este, otro de Asunción, Coronel Oviedo, de la Agrupación, según lo que ellos mismos declararon. Ellos no se conocían y tampoco sabían cómo se dividieron, ni entre cuántos estaban”, añadió.
“No es que ellos querían matarse. Ellos se confundieron, ocurrieron los disparos y ellos tenían que defenderse, porque dónde ellos iban a saber quiénes les dispararon, eso no se determinó", continuó
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Castro finalizó diciendo: “Para nosotros, es cierto que hubo una emboscada, pero fue para los policías y para los campesinos. En esa confusión murieron 17 personas. Las policías son víctimas como nosotros”.
Por el caso Curuguaty fueron condenados 11 campesinos, por la muerte de los seis policías que cayeron en Marina Cué. Esta semana, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia revocó la sentencia y los labriegos que aún estaba presos recuperaron su libertad.