Horas después de que el peso se depreciara un 10,72% frente al dólar -un 18,87% en las últimas 48 horas-, el clima de la marcha fue más caliente todavía a pesar del frío y la lluvia que agitaron la capital argentina durante la tarde, y las consignas contra el Ejecutivo de Mauricio Macri igualaron a las que apoyaron a la universidad pública.
“Un día como hoy, que la economía se desmadró, esta movilización plantea con mucha más fuerza la necesidad económica de movilizarse, de pedir un aumento salarial. Tarde o temprano, esa disparada del dólar se va a ver en los precios, los salarios van a perder aún más poder adquisitivo”, dijo a Pablo Ramón Ochoa, de Efe, el coordinador del partido Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), Fernando Villoslada.
Diferentes partidos políticos de izquierda acompañaron a representantes de 57 universidades públicas de todo el país y a los principales sindicatos educativos, que convocaron la manifestación después de varias semanas de negociaciones fallidas con el Ministerio de Educación argentino, al frente del cual se encuentra Alejandro Finocchiaro.
El reclamo central de la comunidad educativa es el salario de los profesores, ya que consideran que el aumento del 15% en tres tramos que les ofrece el Gobierno para este año es insuficiente, al tener en cuenta que se prevé que la inflación del año se sitúe por encima del 30%, según analistas, y que la moneda local se devaluó un 102% en los últimos ocho meses y continúa en caída.
El profesorado demanda que el aumento sea del 30% e incluya la denominada cláusula “gatillo”, que sirve para que las partes se sienten a negociar de nuevo si la inflación supera el límite estipulado en el acuerdo.
La esperanza de los docentes, en huelga desde inicios de mes, es sentarse a negociar otra vez con el Gobierno después de una convocatoria que paralizó el centro porteño por su gran afluencia.
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“Los docentes hemos quedado muy retrasados en nuestros salarios y esa es la principal reivindicación del gremio”, aseguró el profesor universitario Guillermo Clarke, quien imparte Historia en la facultad de Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata.
Aunque la cuestión salarial es importante para Clarke, el docente consideró que, en la marcha del jueves, la preocupación es por algo más amplio: la esencia de la universidad pública argentina, su gratuidad, funcionamiento y excelencia.
A comienzos de año, el Gobierno recortó 3.000 millones de pesos (98 millones de dólares) al presupuesto que iba destinado a obras en Educación, un ajuste que Finocchiaro negó porque, según el ministro, el presupuesto de este año “se atiene en el 96% a lo que pidió el Consejo Interuniversitario Nacional, cuando en los años anteriores esa cifra estaba entre el 80% y el 85%".
Una de las miles de estudiantes que marcharon hoy, Maribel Barbosa, en segundo curso de Expresión Corporal en la Universidad Nacional de las Artes, explicó a Efe cómo el edificio de su facultad pública es alquilado y no se puede mantener, motivos por los que se posicionó con sus educadores.
“Ellos nos enseñan el futuro, son nuestros maestros. Nosotros apostamos a ellos y ellos apuestan en nosotros. No podemos seguir así porque si no esto se cae y terminamos todos en la universidad privada, que es para pocos y no es justo”, argumentó.
Una persona que tiene la visión docente y política de la marcha es Romina del Plá, diputada del Frente de Izquierda y a su vez miembro del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba).
En declaraciones a esta agencia, Del Plá aseguró que el de Macri es un Gobierno fracasado, que tiene que empezar a pensar en retirarse, en un contexto en el que las millares de personas en la calle se suman a una economía inestable en la que el dólar pasó de valer 25 pesos hace cuatro meses a cotizarse hoy a 38,20 pesos.
“Esta masividad, aún con la tormenta que se ha desatado, es una lapidaria respuesta al Gobierno que no vamos a dejar pasar el ajuste. El Gobierno quiere descargar la crisis sobre los trabajadores, pero no lo va a conseguir, se abre una nueva etapa en Argentina”, recalcó Del Plá
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