El programa de becas universitarias de Itaipú Binacional registró el promedio de puntajes más bajo desde sus inicios; de 4.340 postulantes para 3.100 becas, solo aprobaron los exámenes de Castellano y Matemáticas 1.630 jóvenes.
Al respecto, el ministro de Educación y Ciencias, Juan Manuel Brunetti, manifestó en una conversación con los medios este miércoles que además se dio un gran ausentismo, ya que se habían inscrito alrededor de 6.000 postulantes.
El secretario de Estado afirmó que se debe hacer un estudio para determinar si fue a causa de un problema de cada chico o del sistema educativo en sí.
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La socióloga Diana García coincidió con este punto, pero sostuvo que se necesita hacer una investigación no solo basado en un examen, sino que el análisis también debe estar vinculado a las condiciones que tiene el niño o el adolescente en el hogar, la familia y los aspectos del entorno.
“No podemos centrarnos en el niño o el adolescente punitivamente diciendo que no alcanzó lo mínimo. Hay que entender que existe en nuestro país una desigualdad social muy alta, que eso se reproduce en el ámbito educativo”, enfatizó.
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García señaló que los diferentes tipos de mediciones y evaluaciones que se hacen sobre el rendimiento centralizado sobre estudiantes y algunos en docentes en educación desde hace rato apuntan a que Paraguay está por debajo de la media en todas las áreas evaluadas a nivel regional.
En ese sentido, afirmó que la pandemia del Covid-19 solo reveló —como en otras instituciones— la fragilidad del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
“El sistema de educación refleja la falta de diseño de políticas, planes y programas educativos. Y no solo eso, una evasión e improvisación ante lo que debía haberse planteado ya como una crisis educativa”, remarcó.
Improvisación ante la crisis
La socióloga se refirió a la evasión e improvisación porque un problema a futuro será el abandono escolar. Indicó que no hay datos fehacientes al respecto, pero resaltó que lo primero que hay que saber es quiénes abandonaron el sistema educativo.
“Un niño que durante dos años no vuelva a la escuela, prácticamente, está condenando su futuro”, acotó.
Diana García recalcó que hay muchos datos que muestran que, a mayor número de escolaridad, existe mayor posibilidad de movilidad social, que significa el hecho de continuar con los estudios y acceder a mejores empleos.
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Sobre el punto, mencionó que hay una brecha muy grande porque hay un cierto sector que puede proseguir con sus estudios, ir a estudiar afuera o acceder a becas para estudiar en universidades de afuera.
Y por otro lado, es muy probable que por aquellos que no accedieron a una escuela no se transforme en una posibilidad de generar equidad, aseguró. Asimismo, manifestó que los programas que se diseñan en Paraguay solo tienen en cuenta a un pequeño número de niños y jóvenes, por lo que no responden a la realidad.
“Tenemos hoy la posibilidad de acceder a tecnología educativa del siglo XXI y nosotros aún estamos en el siglo XVIII”, lanzó, al mismo tiempo que planteó que la evaluación de las becas de Itaipú no tiene por qué negar el acceso a la educación, sino buscar formas de generar condiciones de igualdad.
Paraguay solo destina un 3,7% del producto interno bruto (PIB) a Educación y es uno de los que menos invierte en esta área en la región. La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recomienda entre 7 a 9,8% al 2030.