Sin Hambre Cero que llegue a todos los escolares por la exclusión de colegios de la capital, con falta de kits de aula y preocupación por las condiciones de precariedad de la infraestructura en que alumnos y docentes deben desarrollar las clases a lo largo del año, así está la educación paraguaya a dos semanas del inicio del año lectivo, describe Aylén Barreto, representante de la Federación Nacional de Estudiantes Secundarios (Fenaes).
‘‘El MEC tiene una gran responsabilidad en cómo hoy estamos iniciando las clases, en cómo desarrollamos las clases todo el año’’, señaló Barreto. El propio presidente Santiago Peña reconoció el pasado 24 de febrero que hay un déficit en infraestructura y dijo que hay un plan para reparar y reconstruir todas las escuelas.
Entre las denuncias realizadas, Barreto destacó que muchos estudiantes deben recibir clases bajo árboles debido a la falta de aulas en condiciones adecuadas. También mencionó irregularidades en el programa de alimentación escolar, señalando que ‘‘hoy día que tenemos el programa estrella de Hambre Cero, los alumnos comen en los pisos o comen en las hamacas de algunos colegios que tienen parque con suerte, porque eso ya es un lujo para muchos’’.
La líder estudiantil también cuestionó la falta de acción por parte de las autoridades para atender los problemas del sector educativo porque no es una cuestión de recursos. ‘‘Si ellos ya saben cuáles son los problema... no tienen la voluntad, no es la voluntad que este Gobierno pueda trabajar en estas áreas y simplemente en tiempos de campaña política se acuerdan de los estudiantes”, criticó Barreto, agregando que las soluciones propuestas desde los gremios estudiantiles y de la sociedad civil no siempre son tomadas en cuenta.
Menú diferencial. Sostuvo que ya se solicitó y se habló de la necesidad del menú diferenciado para los chicos con intolerancia a la lactosa, al glutén y otros, pero no se tiene respuesta.
Barreto señaló que el Gobierno de Santiago Peña habla de la inversión récord en su programa emblema, pero los estudiantes se preguntan: ‘‘si hay la plata, ¿por qué no está llegando a la cantidad de colegios que estaban apuntando? ¿Por qué hay colegios en zonas sumamente vulnerables que siguen sin recibir ese beneficio? ¿Y por qué son las mismas empresas que año tras año tienen denuncias las que siguen siendo licitadas’’.
Sobre las denuncias o críticas que puedan hacer a la gestión del Ministerio de Desarrollo y del MEC, la dirigente refirió que no se le debería satanizar absolutamente a nadie, mucho menos perseguirle a los directores o a quienes tienen la valentía de hacer denuncias.
‘’Más allá de las represalias, hay que agarrar y ver en qué se puede mejorar. Si no, termina siendo un discurso vacío en donde simplemente son amenazados los más vulnerables’’.