La ausencia de meritocracia en el sector público y las remuneraciones exageradas a altos funcionarios estatales en Paraguay han dado en el pasado reciente (2012/2013) saltos bruscos, aumentando llamativamente su proporción sobre la recaudación tributaria a más de un 80%. Así, han pasado a convertirse en causas principales de la “mala calidad del gasto público”.
Es conveniente por lo tanto realizar un análisis actualizado de sus magnitudes, desde esos años hasta la actualidad, para así determinar su importancia absoluta y relativa dentro del Presupuesto General de la Nación.
Esto se hará en dos entregas. En esta, que es la primera, se tomará bajo la lupa dichos años y se los comparará, en la segunda, con años recientes. Se intentará verificar si en importes y en proporciones se los puede seguir tolerando, así como están hoy en día, y, de ser necesaria su reducción proporcional, cómo hacerlo en la práctica. Se utilizarán a tal efecto datos y gráficos del Ministerio de Hacienda: http://www.economia.gov.py/ index.php/blog-econ%C3%B3mico/ hacia-una-mejora-en-la-gestion-impacto-de-la-nueva-matriz-salarial
86% DE RECURSOS. Allí puede leerse lo siguiente: “El gasto salarial constituye el componente más rígido dentro de la estructura de las obligaciones del Estado. Indefectiblemente, cada fin de mes se deben desembolsar los recursos requeridos para cubrir este gasto.
“La participación del gasto rígido en el gasto total venía en aumento en los últimos años, requiriéndose cada vez más recursos para cumplir con este compromiso, erosionando el espacio fiscal. Si tomamos en cuenta como indicador el porcentaje de los impuestos que iban destinados a los salarios, en los años 2012 y 2013 se observaron incrementos muy importantes de este indicador, del 81,9% y 85,5%, respectivamente.
“Del total de funcionarios con que cuenta el Estado, 21% están representados por el sector administrativo, siendo los restantes las carreras especiales como docentes, personal sanitario, personal de las fuerzas públicas, entre otros.”
GRAVE PERJUICIO. A continuación, en la página oficial del Ministerio de Hacienda se diagnosticaba para el año 2014 lo siguiente (reproducción solo parcial):
• “Dificultad para el control sobre una multiplicidad de bonificaciones y la discrecionalidad de las entidades en su asignación.
• “Asimetrías salariales entre los distintos estamentos del Estado, asociados a estas múltiples bonificaciones, considerando las capacidades de financiamiento de cada entidad.
• “Desincentivos a la movilidad laboral, los funcionarios preferían trabajar en aquellas instituciones con mayores beneficios.
• “Se generaba mayor carga para el Estado, el funcionario que percibía una bonificación asignada a una responsabilidad específica al salir del cargo se apropiaba de la misma”.
“Este escenario se presentaba complicado para la gestión eficiente de las Finanzas Públicas, obligando a repensar la política de incentivos salariales…”.
Obsérvese lo antedicho en el gráfico:
(continuará)