La primera vez que apareció pintado en las paredes del Congreso Nacional, en Asunción, fue en noviembre de 2010. Estaba allí, con la careta blanca, el largo bigote, la barba con perilla y esa inquietante sonrisa, junto a una inscripción que pregonaba: “El pueblo no debería temer a sus gobernantes. Los gobernantes deberían temer al pueblo”.
En la sede del Poder Legislativo hubo reacciones indignadas. Uno de los diputados denunció públicamente que se trataba de “un complot marxista”, porque la subversiva leyenda aparecía “junto a una foto del Che Guevara”. Otro de sus colegas lo corrigió: No, no era una foto del Che, sino de Camilo Soares, el entonces mediático y estigmatizado líder del Partido del Movimiento al Socialismo (P-Mas).
Como los legisladores paraguayos no ven mucho cine, o sus preferencias se reducen a las comedias de Eddie Murphy y las de acción de Jason Statham, tuvieron que enterarse por la prensa de que la imagen en sus paredes era en realidad de Guy Fawkes, un revolucionario inglés del siglo XVII, cuya máscara es utilizada por el protagonista del filme futurista V for Vendetta (V de Venganza), producida por los hermanos Wachowski en 2005, e inspirada a su vez en una célebre historieta homónima de Alan Moore y David Lloyd, publicada en 1982. La inscripción que les hizo creer en un “complot marxista” es parte del guión de la película.
Este sería el rostro original de Guy Fawkes, según un retrato de época:
Esta es la imagen de la máscara que recrea a Fawkes, imaginada por Moore y dibujada por Lloyd, tal como aparece en el cómic original:
Y esta es la forma en que la máscara fue adaptada por Hollywood, en la promocionada película:
Desde entonces, las máscaras fabricadas por la empresa Time Warner como un souvenir promocional de la película, se convirtieron en un símbolo de revuelta a nivel global, al igual que las clásicas remeras con fotos del Che Guevara.
La cara blanca y sonriente de Fawkes se ha viralizado en internet y multiplicado en cuanta manifestación anti-sistema surja a lo largo del planeta.
Fue adoptada como símbolo por Anonymous, como se autodenominan los grupos de hacktivistas globales que irrumpieron por primera vez en el portal web imageboard (tablón de imágenes, en internet) 4cham, en 2008, en una protesta contra la Cienciología. Desde entonces, la imagen pasó a ser más conocida como “la máscara de Anonymous”.
En estos días, las máscaras han vuelto a aparecer con mucha fuerza en las grandes movilizaciones de protesta en Brasil.
También estuvieron en la manifestación “Por un Paraguay mejor”, que se realizó en la noche del viernes 23 de junio, en la Plaza de Armas, frente al Congreso en Asunción, donde más de 3.000 personas reclamaron contra los abusos de los legisladores.
Pocas horas antes del acto, la página web de la Dirección de Meteorología fue hackeada, y en su lugar apareció un sugerente aviso, convocando a la marcha: “Anonymous Paraguay #PorunParguayMejor HACKED meteorologia.gov.py ¡Para no preocuparnos por el estado del tiempo!”.
Las imágenes de los manifestantes portando carteles con las caras blancas de Guy Fawkes resultaron tan impactantes, que don Cirilo, vendedor de diarios sobre la avenida Estados Unidos, me detuvo a preguntarme a boca de jarro:
-¡Nde, periodista...! E explicamina cheve: ¿Máva piko la anónimu? (¿Me podés explicar quién es Annnonymus?).
Me costó darle una versión rápida y fácil. Por eso posteo aquí el video del día en que Anonymous Paraguay hizo su primera aparición en internet, con un video de saludo, en donde busca explicar sus objetivos:
En todo este tiempo, Anonymous no se cansó de hackear páginas web gubernamentales, además de las de algunos medios de comunicación locales, sobre las cuales crearon divertidas versiones satíricas.
Aunque la organización se ocupó de perseguir y hackear varias sitios en internet del gobierno de Fernando Lugo, el día 22 de junio de 2012, cuando 39 senadores destituyeron a través de un sumario juicio político al presidente, Anonymous emitió un mensaje de solidaridad ante lo que consideró un golpe parlamentario
Uno de sus últimos golpes mediáticos más comentados fue el hackeo de la página web del Programa Umbral, en donde revelaron la identidad y publicaron las fotos de los dos jóvenes menores de edad, a quienes se investiga por un supuesto caso de abuso sexual ocurrido en el Club Centenario, el emblemático reducto social de la alta sociedad asuncena.
La acción del grupo significó no solamente un caso de delito informático, sino también una violación al Código de la Niñez y la Adolescencia, pero una gran parte de la población lo interpretó como un acto de rebeldía justiciera contra los privilegios de los poderosos.
Pero... ¿quién es realmente Anonymous?
Lo más fácil sería decir que son individuos o grupos de personas anónimas, sin organización definida, que se unen para realizar protestas anti sistema contra cuestiones diversas, desde leyes antipiratería hasta la cienciología o gobiernos opresores de muchos países. Son miles de internautas anónimos de todo el mundo, que se unen bajo un mismo signo, usando a Internet como su principal arma, comunicándose y coordinando acciones a través de las redes sociales y microblogs (fotos, chats, Facebook, Twitter...), y que expresan su mayor poder bloqueando temporalmente con aplicaciones gratuitas el acceso a páginas web gubernamentales o de empresas y corporaciones.
Pero quedarnos con esta definición sería algo esquemático.
Anonymous ya se ha convertido en parte del nuevo folklore global de la era digital, asumiendo características propias en cada tribu o región. Como Batman, como El Zorro, como un Perurimá del Siglo XXI... es una máscara detrás de la que se ocultan muchos ciudadanos y ciudadanas que no se atreven a rebelarse contra el sistema con su verdadera identidad.
Pintado clandestinamente en las paredes, reproducido y viralizado en la redes sociales de Internet, ofertado en los bazares o en las tiendas de disfraces, la figura de Anonymous hoy convive localmente con otros personajes míticos, como el Pombero o el Kurupi.
Despertando temor en los políticos y simpatía en los niños.
Preparando su máscara, su capa, su sombrero y su pintura en spray para la próxima movilización.
¿Quién es Annonymous...?
Quizás la mejor respuesta es la que da Evy, la chica encarnada en la película V de Vendetta por la actriz Natalie Portman, acerca del protagonista V:
-Es Edmundo Dantés. Mi padre y mi madre. Mi hermano, mi amigo, usted... y yo. Todos nosotros.