En medio de una fuerte puja a favor y en contra del subsidio solicitado por los campesinos, una mayoría de 30 senadores, ayer, dio el visto bueno a la propuesta legislativa.
Los cartistas sumaron 12 votos, junto con los oviedistas en su plan de promover un proyecto de refinanciación a pedido del Ejecutivo.
El Unace también firmó el proyecto de la rehabilitación financiera a los pequeños productores de la agricultura familiar campesina, cuyas fincas no excedan de las 30 hectáreas, junto con los luguistas y liberales, pero al final Jorge Oviedo Matto y José Manuel Bóbeda votaron en contra.
El Frente Guasu consiguió superar los votos que precisaba, con el apoyo de los disidentes, las bancadas A y B del PLRA, Avanza País, Partido Democrático Progresista, y el independiente Arnaldo Giuzzio.
El Senado se constituyó en comisión para dictaminar tanto el proyecto de emergencia nacional, como el del subsidio, utilizando incluso el reglamento modificado que tanto había sido cuestionado.
Solo una modificación se introdujo al de rehabilitación financiera y fue a propuesta de la liberal Emilia Alfaro de Franco, y consistía en eliminar la lista de las organizaciones campesinas, y que sea general.
Los beneficiarios, de acuerdo con este proyecto, no deben tener más de 30 hectáreas y la deuda no debe superar 25 salarios mínimos mensuales (G. 51 millones).
En horas de la tarde, el proyecto con media sanción ya fue remitido a Diputados y hubo un efusivo festejo por parte de los campesinos que desde hace más de dos semanas están en el microcentro capitalino.
el debate. La discusión en torno al proyecto de subsidio y en contrapartida el de refinanciación promovido por el Ejecutivo duró más de tres horas en la sesión.
Los oficialistas calificaron de populistas a los sectores que estaban a favor de la propuesta de rehabilitación financiera, mientras que estos les acusaron de tener un modelo de exclusión social.
En su defensa, el líder de la bancada cartista Juan Darío Monges usó como argumento el programa Tekoporã y la construcción de viviendas.
Su correligionario Nelson Aguinagalde hizo un extenso discurso, alegando que su padre fue campesino, que logró salir adelante, desmeritando a los que se manifestaban frente a la plaza del Congreso.
El discurso también utilizado por el cartismo tuvo que ver con el fracaso de las condonaciones en épocas anteriores, y la respuesta que recibió fue que eso ocurrió por falta de control y de gestión, y que para otros sectores sí había subsidios, como el caso de los transportistas y de la Azucarera Iturbe, entre otros.
Hugo Richer, del Frente Guasu, alegó que siempre habrá avivados como en la política o en la prensa, y que eso no se podía evitar.
A la hora de la votación, hubo unanimidad para aprobar el proyecto en general, aunque con modificaciones, y se hizo en forma nominal.
En la votación en particular es que los votos se dividieron, y el resultado del mismo fue la mayoría a favor de que se subsidie a los labriegos.