Así respondió el ministro de Educación y Ciencias, Luis Ramírez, sobre la propuesta de ley impulsada por el diputado José Rodríguez, que busca prohibir el uso de celulares en el aula. ”Es importante tener una regulación, un esquema que nos permita ser más estrictos con esta exigencia. Si bien ya existe una reglamentación sobre el uso de celulares, a veces no se respeta”, dijo Ramírez.
Actualmente, está permitido el uso de celulares a partir del séptimo grado, siempre y cuando su utilización tenga un objetivo pedagógico. “El celular no es para filmar o sacar fotos sin motivo, sino para cumplir actividades específicas como investigaciones o trabajos en clase”, explicó.
Resaltó que hasta el sexto grado, los dispositivos no deberían usarse en el aula, mientras que en los grados superiores su empleo debe estar sujeto a necesidades pedagógicas claras.
En cuanto a la propuesta del diputado Rodríguez, el ministro destacó que el MEC trabaja en colaboración con los legisladores para analizar proyectos de ley y aportar experiencia técnica que garantice una normativa efectiva.
Ramírez resaltó la importancia de considerar el impacto del uso excesivo de celulares, tanto dentro como fuera del aula, para prevenir riesgos como robos o distracciones que afecten la seguridad y el bienestar de los estudiantes.
El diputado nacional cartista José Rodríguez puso en trámite la semana pasada el proyecto “Que prohíbe totalmente el uso de teléfonos celulares y dispositivos electrónicos personales en instituciones educativas públicas, privadas y privadas subvencionadas del Paraguay”.
Según argumentó el parlamentario, “el uso desmedido de teléfonos celulares y dispositivos similares en las escuelas ha contribuido a la disminución de la atención en clase, el aumento de conductas disruptivas, el ciberacoso y problemas de salud mental en los estudiantes”.
Excepciones. El proyecto establece una prohibición total del uso de teléfonos celulares, tabletas, relojes inteligentes y otros dispositivos electrónicos en todos los niveles educativos, incluyendo áreas como aulas, patios y bibliotecas. Sin embargo, contempla excepciones en casos de emergencias, necesidades pedagógicas específicas o situaciones de accesibilidad para estudiantes con discapacidades.
El legislador siguió el modelo brasileño que dice que niños y adolescentes de entre 4 y 17 años no podrán usar sus teléfonos móviles, ni en el recreo, salvo excepciones.
Entre tanto, en España, los padres expresan falta de apoyo y consenso sobre el uso de móviles y hay opiniones divididas sobre la edad adecuada para su acceso, según un informe publicado recientemente. La mayoría de los niños españoles pasa cuatro horas diarias con pantallas fuera de las aulas y tiene su primer móvil a los 12 años.