El ministro de Educación, Raúl Aguilera, consultado recientemente sobre el asunto, aseguró estar a favor de su uso en las escuelas y colegios.
“Creo que tenemos que hacer uso (del celular); hay momentos donde estos teléfonos pueden ser muy útiles”, expresó luego de reunirse con supervisores y coordinadores departamentales de todo el país.
Pero, dijo, hay momentos donde se requiere de mayor concentración y donde no sería favorable, como en los procesos matemáticos.
“Se debe reorientar su uso para fines eminentemente pedagógicos”, sostuvo.
Lo que no aclaró el titular del MEC es si los profesores recibirán alguna formación o capacitación para poder utilizar estos aparatos de manera conveniente en las clases.
Capacitación. La coordinadora de e-learing de la Universidad San Ignacio de Loyola, María Esther Cabral Torres, precisamente acotó que sin cursos de capacitación, difícilmente los docentes aprovechen todas las herramientas que un smartphone puede ofrecer para la educación.
“Los profesores pueden hasta evaluar los trabajos prácticos o las tareas que realizan en clase con aplicaciones, pero debe estar mínimamente formado para ello”, remarcó.
Indicó también que otro punto muy discutido, pero que es interesante, es el tipo de educación moderna que se imparte con lo que se llama mobile learning (aprendizaje móvil).
“Se promueve el aprendizaje no sistemático, aprender lo que yo quiero (alumno) en el tiempo que quiero y las cosas que yo quiero, siempre con la guía del docente”, explica la educadora.
Equidad. Por último, la experta sostuvo que en países en desarrollo y, sobre todo, en algunos sectores, hay una brecha digital muy grande, porque hay chicos en edad de poder contar con un aparato móvil, pero que aún no cuentan con uno. “Esto deriva en problemas como hasta el bullying, por lo que es preferible evitar su uso”, dijo.