Sería como mínimo desde setiembre, de manera gradual, sin aglomeración en las aulas y bajo ninguna circunstancia implica que el 100% de los matriculados retornen todos juntos a las instituciones. Esta posible reapertura de los establecimientos educacionales se dará solo con la aprobación del Ministerio de Salud Pública.
Las dudas, tanto de los técnicos del MEC como de los estudiantes y gremios docentes queda en la organización de las clases y de cómo darán protección a los catedráticos conocidos como profesores taxi, ya que estos se trasladan constantemente de un colegio a otro.
“El reacondicionamiento de las aulas llevaría como mínimo dos meses, así que es muy difícil hablar de un retorno semipresencial tras las vacaciones de invierno a nivel general”, comentó la asesora técnica del Viceministerio de Educación Superior, Alcira Sosa.
El proyecto de vuelta a las aulas fue presentado ayer ante estudiantes secundarios, gremios docentes, especialistas y religiosos en la reunión virtual instalada tras presión de la comunidad educativa.
Opciones. El primer escenario que proponen desde el ministerio es la vuelta de comunidades estudiantiles en contextos rurales e indígenas, además de Educación Permanente. Este plan abarca al 63% de las escuelas y colegios y el 33% de la matrícula (493.111 estudiantes).
Un segundo plan enmarca al 26% del alumnado (392.233), incluyendo a aquellos niños en grados de fin de ciclo o nivel, como los del 3º y el 9º de la escolar básica, así como los del tercer año de la educación media. También podrían retornar los del último nivel de Formación Docente. La tercera posibilidad es solo para que regresen a clases semipresenciales los del noveno grado y los del tercero de la media, que sería el 11% de la matrícula (172.142 jóvenes). La última probabilidad engloba también a niños del primer y segundo grado, quienes están en el proceso de aprender a leer y a escribir. En esta opción también están los del noveno y los del último curso de la media, totalizando a 408.699 alumnos.